Santiago de Chile, 5 jun (EFE).- El Banco Central de Chile recortó hoy por tercera vez su previsión de crecimiento de la economía en 2017, a un rango de entre un 1,0 y un 1,75 %, desde uno de entre 1,0 y 2,0 % establecido el pasado marzo.

En diciembre pasado, el emisor había previsto para este año un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de entre un 1,5 y un 2,5 %.

En su tercer Informe de Política Monetaria (Ipom), el Central mejoró en cambio su pronóstico para el 2018, a un rango de entre un 2,5 y un 3,5 % de crecimiento del PIB, desde uno de entre un 2,25 y un 3,25 % establecido el pasado marzo.

El Ipom prevé para este año un aumento de la demanda interna del 2,5 %, un retroceso del 0,9 % de la inversión y un aumento del consumo de un 2,6 %, un incremento del 0,7 % de las exportaciones y de un 4,3 % de las importaciones, además de un déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de un 1,0 % del PIB.

Respecto de la inflación, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, aseguró al exponer el informe ante la Comisión de Hacienda del Senado que la tasa bajará en los próximos meses a niveles cercanos al piso del rango de tolerancia (2,0 a 4,0 % interanual para un horizonte de dos años), pero a fines de año volverá a un 3,0 %, "oscilando en torno a ese valor hasta mediados de 2019".

Respecto de la tasa de política monetaria (TPM) que el emisor recortó desde un 2,75 % a un 2,50 % el pasado mayo, Marcel destacó que considerados los recortes ya efectuados, "creemos que la política monetaria ha llegado a un nivel de expansividad elevado y coherente con una inflación del 3,0 % en el horizonte de proyección".

"Esto no significa que la tasa no vuelva a ajustarse, sino que en el escenario más probable no sean necesarios movimientos nuevos y que lo más importante será dejar que el impulso monetario permee la economía durante el tiempo necesario", puntualizó.

Aseguró además que el emisor "no reaccionará a datos puntuales, sino a cambios discernibles y sustanciales en el escenario macroeconómico futuro que pudieran comprometer el cumplimiento de sus objetivos".

Respecto del recorte al crecimiento, Marcel dijo que corresponde a una revisión habitual para esta época del año y a una mayor debilidad de la Minería, con un primer trimestre más negativo que lo previsto y porque los efectos de la huelga de Minera Escondida se han traspasado al segundo cuarto, mientras las perspectivas para el resto de los sectores no han variado.

El informe prevé que la economía retomará un mayor crecimiento hacia fines de este año y en 2018, "coherente con una economía que no muestra desbalances relevantes y en la que se disipan gradualmente factores que han impedido un mejor desempeño en años recientes".

Entre dichos factores Marcel citó "una importante caída de la inversión en los últimos tres años", que se disipa con una política monetaria más expansiva, un mayor impulso del sector externo y asumiendo que la política fiscal continuará la consolidación anunciada por el Gobierno.

Según el informe, los principales riesgos externos son la evolución de la política fiscal y monetaria de Estados Unidos y su impacto sobre la economía mundial y las condiciones financieras, mientras en Europa los últimos resultados electorales han disipado algunos riesgos políticos y subraya que "no es descartable" que la economía global reciba un impulso adicional" desde el viejo continente.

Agrega que China "sigue siendo una preocupación" porque algunos datos coyunturales han sembrado dudas, mientras en Latinoamérica "los recientes acontecimientos en Brasil podrían generar efectos más relevantes sobre las condiciones financieras de la región".