Bogotá, 10 dic (EFE).- La inclusión de las poblaciones afectadas por el conflicto armado colombiano como gestoras del desarrollo económico y social de las regiones es uno de los puntos claves en un posible escenario de paz en el país, señalaron hoy expertos.

Las conclusiones las dieron a conocer delegados de las Naciones Unidas, del Gobierno colombiano y víctimas del conflicto durante un foro celebrado en Bogotá con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos.

"Hay muchos desafíos en este proceso de paz, pero uno de los más importantes es cómo el Estado colombiano va a comenzar a tratar a estos pueblos indígenas y de campesinos como socios en su propio desarrollo", manifestó a medios el representante en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Todd Howland.

Se refirió así a las negociaciones que el Gobierno mantiene desde hace tres años con las Fuerzas Armads Revolucionarias de Colombia (FARC) con miras a ponerle fin al conflicto armado de más de cinco décadas que padece el país.

El diplomático señaló que estas poblaciones han vivido inmersas en el conflicto y esto no les ha permitido una "participación real" en la implementación y vigilancia de proyectos.

"Llamamos hoy la importancia de estos grupos y su participación en el desarrollo del país, sin su participación va ser difícil que algo cambie, es importantísimo que haya reconocimiento de estas poblaciones en el proceso de paz", apuntó.

Para Howland, entre los desafíos económicos más importantes que tiene el país está la sustitución de cultivos ilegales por "oportunidades laborales rurales" que incentiven a los actores del conflicto a desmovilizarse y ofrezcan nuevas oportunidades.

"Si no hay trabajos para ellos que se van a desmovilizar y la economía sigue basada en cultivos ilícitos, estos van a cambiar de un grupo ilegal a otro", dijo.

El consejero presidencial de Colombia para los derechos humanos, Guillermo Rivera, consideró por su parte que la implementación de proyectos en las regiones va ser un proceso "complejo" debido a la diversidad del territorio y la cantidad de afectados, y señaló que se necesita crear una institucionalidad.

"Hay que crear una institucionalidad que permita que en esos territorios se puedan ejercer y garantizar los derechos, hay que construir otras condiciones de ciudadanía y superar economías de enclave y eso va a requerir esfuerzo y políticas públicas de largo plazo", manifestó Rivera.

El foro contó con la participación de líderes indígenas y afrodescendientes de departamentos afectados por el conflicto, como Norte de Santander (noreste), Chocó (oeste) y Cauca (suroeste).