México, 15 may (EFE).- La actividad turística de México aumentó el 1,3 % en el cuarto trimestre de 2018 respecto al mismo período del año anterior empujado por los servicios y el turismo internacional, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Entre octubre y diciembre pasados, el consumo de los turistas tanto extranjeros como nacionales registró un incremento del 1,7 % en comparación con el mismo periodo de 2017, explicó la institución en un comunicado.

El consumo de los turistas nacionales aumentó 0,9 %, mientras que el gasto de los extranjeros (turismo receptivo) aumentó un 5 % en el mismo lapso.

Los servicios ofrecidos a los turistas nacionales y extranjeros, el sector que más contribuye al PIB turístico, avanzaron el 1,4 % en el cuarto trimestre de 2018 frente al mismo período de 2017, mientras que los bienes crecieron el 0,8 %.

En cifras desestacionalizadas, tanto el PIB turístico como el consumo turístico aumentaron 0,2 % frente al trimestre previo.

México se convirtió en el sexto país más visitado del mundo en 2017 con 39,3 millones de visitantes extranjeros.

En términos de divisas, supuso un ingreso de 21.000 millones de dólares, un máximo histórico.

Según cifras preliminares, el país tuvo 41,7 millones de turistas en 2018 y bajó hasta la séptima plaza mundial desplazado por Turquía.

La actividad turística en este país representa el 8,8 % del producto interno bruto (PIB) y genera 4,1 millones de empleos directos y 6,5 millones indirectos.

México podría alcanzar, al cierre de 2019, 23.263 millones de dólares en ingresos por concepto de turistas internacionales, según pronósticos de la Secretaría de Turismo.

El nuevo Gobierno de México, liderado por Andrés Manuel López Obrador, prevé dinamizar el turismo en el sur del país con la construcción de una infraestructura ferroviaria llamada el Tren Maya.

Este ferrocarril unirá los turísticos estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas, que albergan importantes zonas arqueológicas mayas.

También prevé convertir la base militar de Santa Lucía en un aeropuerto civil para solucionar el problema de saturación del actual aeropuerto de Ciudad de México.