París, 24 jul (EFE).- Francia ofreció hoy a las 150 víctimas del siniestro del avión de Germanwings estrellado por su copiloto en los Alpes el pasado 24 de marzo una última despedida oficial con motivo de la inhumación de los restos humanos que no pudieron ser identificados.

La localidad alpina de Le Vernet, el punto habitado más cercano a la zona del impacto, fue el lugar elegido para un acto interreligioso en respeto a las distintas creencias y nacionalidades de los fallecidos, en su mayoría alemanes y españoles.

Los restos no identificados, según dijeron a Efe fuentes del Ministerio del Interior, fueron enterrados "horas antes" del inicio oficial del homenaje en una tumba común, colectiva, que para las familias constituye una especie de segundo entierro, ya que ya habían recibido las partes que sí pudieron ser reconocidas con las muestras de ADN.

Representantes diplomáticos, los alcaldes de los pueblos vecinos, diputados, la prefecta del departamento de Alpes de Haute-Provence y el fiscal encargado de la investigación, Brice Robin, acompañaron a los allegados en un acto que, tras la ceremonia, se trasladó al cementerio local, donde hubo una ofrenda de flores.

El presidente de Lufthansa -matriz de Germanwings-, Carsten Spohr, no participó en el homenaje, al que sí acudieron su directora financiera, Simone Menne, y el director general de la compañía de bajo coste, Thomas Winkelmann.

La aerolínea germana, según precisó a Efe una portavoz, puso vuelos a disposición de las familias de las víctimas, en pleno conflicto con estas sobre la cuantía de las indemnizaciones.

Inmediatamente después del accidente, Germanwings acordó entregarles hasta 50.000 euros como ayuda urgente, a lo que siguió una oferta de 25.000 euros por cada víctima y 10.000 para los familiares directos.

Lufthansa y Germanwings se comprometieron además a finales de junio a asumir a largo plazo "la responsabilidad social" de los familiares, con un depósito para la financiación a largo plazo de la educación de los huérfanos de hasta 7,8 millones de euros y un fondo adicional de hasta 6 millones para el apoyo de proyectos de ayuda.

La abogada Sophie Thonon, que representa a dos víctimas argentinas, ve como un "desprecio a los fallecidos ofrecer algo tan bajo", opinión sobre las compensaciones compartida por otros grupos de afectados, que tachan esa primera propuesta de "insultante".

"Nadie va a aceptar esa cantidad", aseguró a Efe la letrada, que acudió a Le Vernet y espera que cuando el juicio previsto determine las responsabilidades directas se pueda fijar una cifra mucho más elevada.

Las familias a las que ella defiende, añadió, están "golpeadas" no solo por esa discusión económica, sino por la dificultad en sí de superar el modo en que se produjo el accidente, en el que según la Fiscalía francesa, el copiloto, el alemán Andreas Lubitz, estrelló de forma deliberada el aparato.

El lugar del impacto, en la ladera de la montaña, sigue teniendo prohibido el acceso, informó hoy el Ministerio del Interior, que precisó que la construcción de una vía de acceso y la recuperación de todos los restos materiales ya han finalizado.

Una empresa contratada por Lufthansa comenzará "próximamente" la descontaminación de la zona para limpiarla por ejemplo de residuos de queroseno y, cuando esa labor termine, previsiblemente en otoño, las autoridades de los municipios implicados decidirán sobre su suerte.

La ceremonia de hoy, al abrigo bajo una gran carpa blanca de la lluvia y de los curiosos, no se acercó por tanto hasta ese núcleo, en una jornada que, según dijo a Efe el cónsul español en Marsella, Rafael Valle, fue "solemne y al mismo tiempo sencilla, porque de lo que se trataba era de compartir el dolor de las familias".