Túnez, 11 dic (EFE).- El gobierno tunecino ordenó la apertura hoy del puesto fronterizo de Ras al Jedir, el principal paso terrestre con Libia, que permanecía cerrado desde que el pasado 24 de noviembre un terrorista suicida mató a 12 miembros de la guardia presidencial en el centro de la ciudad de Túnez.

Fuentes de Seguridad confirmaron a Efe que la frontera fue reabierta a medianoche, junto al vecino paso de Dehiba, con incremento significativo de las medidas de seguridad y control de mercancías y personas.

Ambas fronteras fueron cerradas poco después del citado atentado, reivindicado por una rama local del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Al día siguiente, el ministerio tunecino del Interior identificó al suicida, un hombre de nacionalidad tunecina de 27 años afincado en un barrio del norte de la capital, y aseguró que el explosivo con el que los terroristas confeccionaron el cinturón bomba entró en el país desde Libia.

Sin un gobierno legítimo, Libia se ha convertido en un estado fallido, víctima de caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera militarmente a que la oposición derrocara el régimen dictatorial de Muamar Gadafi.

Del conflicto se han aprovechado los grupos armados afines al EI, que han tomado el control de la las localidades de Derna y Sirte, en el centro y este del país, penetrado en Bengasi, segunda urbe libia, y establecido una cabeza de puente en Sabratha, a medio camino entre la frontera con Túnez y la capital.

La inestabilidad se ha contagiado a Túnez, país en el que viven miles de libios que huyeron durante la revolución, y que se ha visto obligado a adoptar otras medidas de seguridad, como el reciente cierre de los vuelos entre la capital y Libia desde el aeropuerto de Túnez-Cartago.

Los otros dos atentados sufridos por Túnez, el primero en marzo que costó la vida a 22 turistas extranjeros en el museo de El bardo, y el segundo en la ciudad costera de Susa, en el que murieron 38 más, también fueron reivindicados por el EI y atribuidos por las autoridades a tunecinos entrenados en Libia.

Según cifras oficiales, cerca de 5.000 tunecinos, entre ellos unas 700 mujeres, han partido en los últimos años hacia Siria e Irak para sumarse a las filas del EI, de los que un 10 por ciento habría ya regresado.