Túnez, 7 mar (EFE).- El Gobierno tunecino ha decretado un toque de queda en la ciudad meridional de Ben Guerdan y en las áreas próximas a la frontera con Libia a causa del ataque yihadista que hoy causó la muerte a 34 personas, entre ellas 21 de los presuntos atacantes que al parecer se infiltraron desde Libia.

La medida restrictiva fue acordada tras una reunión del gabinete de crisis, compuesto por el primer ministro, Habib Essid, y los ministros de Interior, Hedi Majdoub, y el ministro de Defensa, Farhat Horchani, y estará en vigor desde las 18.00 a las 4.00 horas GMT.

Fuentes oficiales indicaron, asimismo, que durante la reunión el jefe del Ejecutivo ordenó el cierre de la frontera con Libia y la restricción de movimientos en las regiones del sur y pidió a los dos ministros que se trasladen a la zona del ataque para coordinar y analizar la situación.

El ataque se produjo sobre las 4.00 hora local (3.00 GMT) y en el mismo han perecido 21 presuntos yihadistas, un guardia de fronteras y cuatro civiles, según un comunicado conjunto emitido por los ministerios de Interior y Defensa.

Según la nota, otros seis supuestos atacantes resultaron heridos y fueron capturados, y un segundo agente de aduanas ha resultado herido y hospitalizado con pronóstico reservado.

Fuentes de Seguridad y médicas que prefirieron no identificarse afirman, por su parte, que han perecido igualmente cinco miembros de las fuerzas de Seguridad -entre militares y policías- y han elevado a siete la cifra de civiles fallecidos, entre ellos una niña de 12 años.

"Los atacantes cruzaron la frontera en varios vehículos y usaron armas ligeras e incluso lanzagranadas clase RPG en el ataque", que se produjo en un área de Ben Guerdan en el que se concentra varios edificios relacionados con las fuerzas de Seguridad, agregaron las citadas fuentes.

Según las mismas, las fuerzas de Seguridad tunecinas aun buscan casa por casa, y barrio por barrio, a yihadistas que presuntamente lograron huir tras el ataque y han pedido a la población que no salga de su domicilio.

Este es el segundo enfrentamiento armado en Ben Guerdan en los últimos cinco días, después de que el pasado miércoles otros cinco presuntos yihadistas cruzaran la frontera de la misma manera y se atrincheraran en un casa antes de ser abatidos por unidades especiales de la lucha antiterrorista.

La Policía fronteriza tunecina estaba en estado de alerta máxima desde que hace dos semanas aviones de combate estadounidenses mataran a 50 personas -en su mayoría tunecinos- en un bombardeo contra supuestos objetivos de la rama libia del EI en la ciudad libia de Sabratah, a unos 100 kilómetros de la frontera con Túnez.

Según el Pentágono, con el ataque pretendían matar a Nourdine Chouchane, un conocido cabecilla yihadista tunecino al que se acusa de instigar dos de los tres atentados que Túnez sufrió en 2015 y que luchó junto al Estado Islámico en Siria e Irak.

Ante esta situación, Túnez valora desde hace semanas la opción de adquirir drones para supervisar la frontera y permitir que fuerzas extranjeras, principalmente italianas, estadounidenses, alemanas y británicas se desplazaran al país para contribuir a la formación de las fuerzas de Seguridad.

Londres confirmó la semana pasada que ya ha enviado expertos a Túnez mientras que Berlín reveló que existe un acuerdo de principios para que soldados germanos se sumen como instructores a las fuerzas tunecinas.

Tanto el uso de drones extranjeros como el ingreso de tropas de otros países debe ser aprobado antes por el Parlamento tunecino.