Tokio, 22 jul (EFE).- La Bolsa de Tokio cayó hoy arrastrada por las pérdidas registradas en Wall Street durante la noche, lo que llevó desanimó a los inversores que decidieron recoger beneficios tras seis días consecutivos de escalada.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una caída de 284,30 puntos, un 1,19 por ciento, y se situó en 20.593,67 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 18,51 puntos, un 1,11 por ciento, hasta las 1.655,37 unidades.
El parqué tokiota abrió a la baja y se movió en el terreno negativo durante todo el día, siguiendo la tendencia de los mercados extranjeros, con Europa y Estados Unidos a la cabeza.
La fortaleza del yen frente al dólar también contribuyó a las pérdidas, que los analistas locales estiman que serán limitadas, ya que se espera que las empresas niponas reporten ganancias durante el primer trimestre del ejercicio nipón, que comenzó en abril.
Entre los sectores que lideraron las pérdidas se encontraron el de la minería, la banca y el de la maquinaria eléctrica.
La empresas vinculadas a Apple perdieron terreno a pesar de que la empresa estadounidense registró ganancias durante el período que va desde abril hasta junio, ya que las previsiones de ingresos por su teléfono inteligente iPhone no logró impresionar a los inversores.
El proveedor de componentes Murata Manufacturing cayó un 4,6 por ciento, y el gigante de la telefonía móvil japonés KDDI, portador del modelo del imperio de la manzana, retrocedió un 1,6 por ciento.
La multinacional Toshiba, que comenzó la jornada con ganancias después de la dimisión en la víspera de su presidente a raíz de un fraude contable, terminó la sesión cayendo un 1,70 por ciento y en el punto de mira de la operadora de la Bolsa de Tokio, Tokyo Stock Exchange (TSE), que ha decidido poner bajo vigilancia a la compañía.
En la primera sección, un total de 1.517 valores retrocedieron, frente a 288 que avanzaron, mientras que 86 cerraron en tablas.
El volumen de negocio ascendió a 2,368 billones de yenes (17.479 millones de euros), por encima de los 2,182 billones de yenes (16.100 millones de euros) de la víspera.