Lausana (Suiza), 30 mar (EFE).- El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, comentó hoy que las negociaciones nucleares con Irán están en una fase "difícil" y "crítica" aunque destacó que ha habido "mucho progreso" en los últimos días.

Así lo manifestó el responsable germano en declaraciones a la prensa en Lausana, Suiza, al margen de la última ronda de negociaciones con la República Islámica.

Steinmeier aseguró que ha habido "mucho progreso no solo en los últimos doce meses sino también aquí", en Lausana.

"No dejaremos de intentar todo lo posible" para alcanzar un pacto, aunque "tampoco se permitirá un mal negocio" con los iraníes, señaló el ministro alemán.

"Las últimas decisiones a tomar son las más difíciles y eso le cuestan especialmente mucho a los iraníes", agregó.

"Si hay una posibilidad real de alcanzar un acuerdo, la vamos a aprovechar pero eso no depende de nosotros, para ello tenemos un interlocutor iraní del que esperamos movimiento", precisó.

Steinmeier destacó asimismo uno de los principales escollos para un acuerdo nuclear: el de su duración, que, según las potencias internacionales, debería ser como mínimo una década o incluso más.

"Tenemos que asegurarnos de que todo lo que pase allí (en Irán), después de diez años, sea realmente transparente y verificable. Y en cuanto al alcance, no podemos permitir que tras diez años se produzca una evolución explosiva", advirtió Steinmeier.

"Debemos asegurarnos de que Irán esté excluido de forma permanente y verificable del acceso a un arma nuclear", resumió el ministro alemán las exigencias de las seis potencias.

El objetivo de las seis potencias reunidas en la mesa de negociaciones con Irán es alcanzar hasta mañana, 31 de marzo, un acuerdo marco duradero que ponga fin a la década larga de disputa nuclear con Irán.

El grupo internacional que negocia con Irán está compuesto por las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) y Alemania.

La comunidad internacional teme que Irán quiera hacerse con los conocimientos y materiales para fabricar una bomba nuclear, algo que Teherán niega diciendo que su programa solo tiene intenciones pacíficas.

Sin embargo, los expertos de la agencia nuclear de la ONU que investigan desde hace 12 años el programa atómico iraní no han podido comprobar con seguridad la naturaleza pacífica de las actividades iraníes.