Belgrado/Bruselas, 7 sep (EFE).- El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, echó hoy por tierra las recientes esperanzas de un inminente acuerdo entre su país y Kosovo al negarse a reunirse en Bruselas con su homólogo albanokosovar, Hashim Thaci, tal y como estaba previsto desde hace semanas.

La inesperada decisión se debe a "todos los engaños, amenazas y mentiras de los albaneses de Kosovo", aseguró hoy el jefe de la Oficina de Serbia para Kosovo, Marko Djuric, citado por Tanjug en Bruselas.

Añadió que era incluso "cuestionable si las conversaciones con Pristina van a continuar, y cuándo".

Poco antes, Thaci se había mostrado aún optimista tras su encuentro con la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini.

Ésta confirmó luego que solo se habían realizado con esos dos líderes sendos encuentros por separado, al tiempo que reconoció que "las dificultades persisten" en la negociación.

En todo caso, Mogherini anunció que convocará una nueva ronda de conversaciones entre las partes para antes del inició de la semana política de la Asamblea General de Naciones Unidas, que comienza el próximo 18 de septiembre.

En Belgrado, mientras, la primera ministra serbia, Ana Brnabic, instó hoy a la comunidad internacional a no poner a prueba "la paciencia y tolerancia" de su país en el conflicto con Kosovo.

La jefa de Gobierno serbia calificó a las autoridades albano-kosovares de "poco serias, irresponsables, imprevisibles" y dijo que "no respetan los pactos logrados y acuerdos firmados".

Las tensiones están relaciones sobre todo a la visita que Vucic tiene previsto hacer este fin de semana al norte de Kosovo, donde quería ofrecer "el discurso más importante" de su vida.

El malestar serbio se debe a unas declaraciones hechas ayer por el presidente del Parlamento kosovar, Kadri Veseli, de que Pristina podría prohibir la visita de Vucic.

Veseli incluso aludió a una posible detención si Vucic visita la zona del lago de Gaizvode, que no estaba en el itinerario previamente acordado.

Allí se encuentra una importante central hidroeléctrica controlada por serbios del norte de Kosovo leales a Belgrado y objeto de disputas entre las dos partes.

Thaci dijo hoy en Bruselas, según informó la televisión regional N1, que espera la continuación de las negociaciones con Vucic dentro de tres semanas, y llegó a reconocer que es "comprensible" el deseo de Vucic de visitar al pueblo serbio en Kosovo.

"Nosotros respetaremos la agenda aprobada de la visita del presidente de Serbia a Kosovo, ni más ni menos. Respetamos a todos y no queremos humillar a nadie, pero no podemos permitir que se viole la soberanía de la República de Kosovo", dijo Thaci, dejando entrever que Gaizvode era uno de los asuntos de discordia.

Vucic tiene previsto ofrecer una declaración esta noche en Belgrado, para explicar lo sucedido.

Tras el episodio de hoy parece haber fracasado el intento de resolver el conflicto de Kosovo con un intercambio de territorio, anunciado a mediados de agosto por Vucic, y que parecía apoyado por Thaci, que habló de "cierta corrección de fronteras".

Sin embargo, el Parlamento y Gobierno kosovar han rechazado esa posibilidad, igual que la mayoría de líderes europeos, que ven en ello un peligro para la estabilidad en países vecinos, como Bosnia Herzegovina o Macedonia.

El propio Thaci también ha descartado "cualquier partición" del territorio, mientras que Vucic ha señalado que Kosovo "no puede esperar" que Serbia lo reconozca "sin obtener nada" a cambio.

Kosovo declaró su independencia en febrero de 2008 tras nueve años de administración de la ONU, que se introdujo al final de la guerra de Kosovo y los bombardeos de la OTAN contra Serbia en 1999.

Si bien la ex provincia serbia cuenta con el reconocimiento de más de un centenar de países, incluyendo la mayoría de los países de la UE, potencias globales como China y Rusia, pero también otros países como España o India, se niegan a reconocer su soberanía.

Serbia necesita normalizar sus relaciones con Kosovo para poder entrar en la Unión Europea (UE), con la que está negociando su adhesión, prevista para en torno al año 2025.

Pero también Kosovo tiene interés en mejorar sus relaciones con Serbia para acercarse a la UE y para eliminar el régimen de visados para kosovares que desean viajar a la unión.