Varsovia, 10 abr (EFE).- El presidente de Polonia inauguró hoy en Varsovia un monumento en recuerdo de los 96 fallecidos en el accidente aéreo de Smolensk (Rusia) en 2010, entre ellos el entonces presidente polaco, Lech Kaczynski, en la que es la peor tragedia en la historia reciente polaca y todavía causa gran división social.

"Hoy honramos a nuestros representantes muertos en Smolensk con un monumento que espero que una a todos los polacos en un recuerdo común, independientemente de sus posiciones políticas", declaró el presidente polaco, Andrzej Duda, quien era jefe de gabinete de Lech Kaczynski cuando éste murió en el accidente aéreo.

Más contundentes fueron las declaraciones de Jaroslaw Kaczynski, líder del partido actualmente gobernante en Polonia, Ley y Justicia, y hermano gemelo de Lech, quien afirmó que "Smolensk fue el escenario de la muerte de una gran parte de la elite polaca, de manera similar a lo que sucedió en 1940 en Katyn, donde la elite polaca también fue asesinada, algo que no podemos olvidar".

Jaroslaw Kaczynski y Andrzej Duda participaron en el acto de inauguración del monumento en recuerdo a las víctimas del accidente aéreo, que tuvo lugar el 10 de abril de 2010, hace ocho años.

El monumento, que se ubica en una céntrica plaza de Varsovia, se ha inaugurado ocho años después rodeado de polémica, ya que parte de la oposición polaca estaba en contra de su construcción y su ubicación en un emplazamiento privilegiado de la capital.

El accidente de Smolensk sigue enfrentando a la sociedad polaca, dividida entre quienes aceptan la versión oficial, que habla de causas meteorológicas y de un error del piloto, y quienes creen que se debió a un atentado o sabotaje, detrás del cual podría estar la propia Rusia.

Varios de los principales dirigentes de Ley y Justicia defienden la teoría de que un atentado causó el accidente, entre ellos el exministro de Defensa Antoni Macierewicz, quien días atrás aseguró que "pronto" se hará público un informe donde se confirma que "una explosión" dentro del avión precedió a la caída del aparato.

Con la victoria de Ley y Justicia en las elecciones de 2015, la investigación del accidente de Smolensk se reabrió, y el pasado año la comisión encargada del caso ya adelantó que el avión fue "probablemente" destruido por una explosión en el aire, y que los controladores del aeropuerto ruso "engañaron deliberadamente" a los pilotos polacos sobre las coordenadas de la pista.

Para parte de la oposición polaca, esta "teoría de la conspiración" es una forma de "manipular" y distraer la atención de la sociedad de los verdaderos problemas del país.

El avión se estrelló al intentar aterrizar en Smolensk, con 96 personas a bordo, en su mayoría miembros de la cúpula política, militar y eclesiástica del país.

La comitiva, con el presidente polaco a la cabeza, tenía previsto trasladarse a Katyn (Rusia), donde iban a asistir a un acto en memoria de los miles de oficiales polacos asesinados durante la II Guerra Mundial por orden de Iosif Stalin. EFE

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