Bangkok, 20 may (EFE).- Unos 350 inmigrantes indocumentados han sido rescatados hoy en aguas del norte de la isla de Sumatra por pescadores locales, el mismo día en que alrededor de un centenar de inmigrantes bangladeshíes y rohinyás desembarcaron en la misma zona.

El grupo de 350 ilegales, naturales de Bangladesh y Birmania (Myanmar), serán registrados con los responsables de inmigración en la provincia de Aceh, en el norte de Sumatra y el lugar donde han arribado centenares de indocumentados desde el 10 de mayo, según la cadena de televisión local Metro TV.

El primer grupo de inmigrantes bangladeshíes y ruaingás llegó a tierra en la Langsa, también en Aceh, tras pasar unos cuatro meses en el mar.

Con estos, ya son unos 1.850 el número de refugiados que han desembarcado en Indonesia en los últimos diez días, pese a que la Armada ha empujado varias embarcaciones a alta mar y ha dado órdenes a los pescadores para que se abstengan de ayudar a los inmigrantes.

A Malasia han llegado otros 1.100, todos al turístico archipiélago de Langkawi, que se encuentra en la ruta naval entre el mar de Andamán y el estrecho de Malaca.

Por otro lado, Malasia e Indonesia se ofrecieron hoy a acoger y asistir a los miles de refugiados que siguen atrapados en barcos en la región a cambio de que la comunidad internacional ayude a repatriarlos en el plazo de un año.

El acuerdo fue alcanzado en una reunión de cuatro horas celebrada hoy entre los ministros de Asuntos Exteriores de Indonesia, Malasia y Tailandia celebrada en Kuala Lumpur.

Entre 6.000 y 8.000 personas, según datos de agencias de la ONU, se encuentran en barcos a la espera de poder desembarcar en Tailandia, Malasia o Indonesia.

Varias agencias de la ONU instaron ayer a los gobiernos de Indonesia, Malasia y Tailandia a dar prioridad al valor de la vida humana, la dignidad y los derechos humanos en el trato con los barcos de inmigrantes ilegales que han aflorado en la región.

Según estas organizaciones 88.000 personas han hecho un peligroso viaje por mar desde 2014, incluidos 25.000 en el primer trimestre de este año, de los cuales cerca de 1.000 habrían muerto en el mar por las precarias condiciones del viaje, y otros 1.000 por el mal trato y las privaciones a manos de los traficantes.