Berlín, 5 ene (EFE).- El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, defendió hoy desde Baviera, en sur de Alemania, su política migratoria, con el argumento de que cumple con su obligación de "proteger las fronteras exteriores" de la Unión Europea (UE) y, a la vez, responde a la "voluntad popular" de sus ciudadanos.

"Hungría es un estado de derecho, que se atiene a las leyes", afirmó desde el convento bávaro de Seeon, donde acudía como invitado de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.

La línea migratoria de su Gobierno "se atiene a la voluntad del pueblo", entre la que se encuentra la "defensa de las fronteras" contra la inmigración ilegal, insistió.

Los ciudadanos húngaros, como los europeos, "tienen la clara voluntad" de que sus gobiernos les protejan, prosiguió en declaraciones a los medios durante la convención bávara, cuyas discusiones discurren a puerta cerrada.

Orbán, quien en las elecciones generales húngaras aspira a su reelección, pronosticó que 2018 será el año "en que se empezará a restaurar" esa voluntad popular, tanto en su país como en la UE.

El primer ministro húngaro incidió, aunque indirectamente, en las diferencias que le separan tanto de Merkel como de la UE, por su rechazo cerrado al sistema de cuotas de refugiados entre los socios comunitarios que reclaman tanto la canciller como Bruselas.

"No estoy aquí para inmiscuirme en la política alemana", dijo no obstante, acompañado del líder de la CSU, Horst Seehofer, quien el domingo se reunirá con Merkel y el líder socialdemócrata Martin Schulz para iniciar negociaciones formales de cara a la formación del nuevo Gobierno alemán.

Orbán acudió a esa tradicional cita de la CSU por tercera vez, a invitación de Seehofer, quien a lo largo de la legislatura anterior exigió a la canciller, sin éxito, que limitara la entrada de refugiados al país.

En las negociaciones para intentar formar una coalición de gobierno la CSU defenderá sus propuestas para endurecer la política de asilo y recortar las ayudas a los refugiados.