Londres, 15 oct (EFE).- Nueve de cada diez dueños en el Reino Unido de vehículos Volkswagen (VW) con el motor diésel afectado por el escándalo de la manipulación de datos de emisiones consideran que deben recibir una compensación, según una encuesta divulgada hoy.
El mes pasado, el grupo VW informó de que en el Reino Unido hay 1.189.906 vehículos con el motor diésel EA 189 EU5, afectado por la manipulación de datos realizada por la compañía en todo el mundo.
Los coches afectados incluyen las marcas Volkswagen, Seat, Audi, Skoda y Volkswagen Vehículos Comerciales.
El fabricante alemán aún no ha precisado si los dueños de estos vehículos recibirán algún tipo de indemnización.
Un sondeo hecho por el grupo "Which?", dedicado a la protección del consumidor británico, señala que el 90 por ciento de los que tienen estos coches fabricados entre 2008 y 2015 consideran que la compañía debería pagar una compensación.
La consulta, hecha entre unos 2.000 dueños de estos vehículos, indicó también que el 96 por ciento de los entrevistados dijeron que compraron los coches por razones económicas, mientras que otra razón aducida por el 90 por ciento de los consultados fue por una cuestión medioambiental, indicó "Which?".
Entre otras cosas, el 52 por ciento de los entrevistados dijo que el escándalo hace menos probable que compren estos coches otra vez.
El director de "Which?", Richard Lloyd, dijo que "muchos dueños de VW nos dicen que decidieron comprar el coche por la eficiencia y un menor impacto medioambiental, así que es indignante que VW no sea claro con sus consumidores sobre cómo y cuándo serán compensados".
El mes pasado, el grupo alemán indicó que los clientes de los vehículos "serán contactados" gradualmente y recibirán detalles para que sus vehículos sean arreglados "en el futuro cercano".
Volkswagen aseguró que todos estos automóviles "son seguros" y pueden mantenerse en circulación.
Volkswagen ha engañado de forma sistemática, al menos desde 2009 y hasta 2014, instalando un software en los motores diésel EA 189 que permite al vehículo reconocer que está pasando una prueba y altera el régimen del motor para emitir menos gases contaminantes (óxido de nitrógeno).