La votación mañana en el Senado francés de la ley que penaliza la negación del genocidio armenio por el Imperio Otomano en 1915 amenaza con recrudecer la tensión diplomática entre Francia y Turquía, dañada el mes pasado cuando el texto fue aprobado por los diputados.

Ankara amenaza con una nueva oleada de sanciones contra Francia, después de que congelara las relaciones diplomáticas con París tras la adopción el pasado día 22 en la Asamblea Nacional del texto que pena con un año de cárcel y 45.000 euros de multa la negación de ese genocidio.

Todo apunta a que los senadores aprobarán el texto que cuenta con el respaldo de todos los partidos políticos y que, a tres meses de las Presidenciales, solo despierta la oposición de algunos parlamentarios aislados.

No parece que el Senado vaya a ceder a las presiones de Ankara, desde donde se amenaza con privar a las empresas francesas de acceder a los contratos públicos en el país.

Francia es el segundo inversor en Turquía, donde están implantadas 400 empresas galas.

Los intercambios comerciales ascendieron en 2011 a los 12.000 millones de euros, más de la mitad de ellos de exportaciones francesas.