Jerusalén, 7 ago (EFE).- Cada vez parecen menos las posibilidades de una tregua entre Israel y Hamás mediada por Egipto y la ONU que lleve la calma a la frontera con Gaza y sus alrededores, tras meses de incidentes violentos y ataques, advierten analistas y responsables políticos.

El Gabinete de seguridad israelí se reunió el domingo durante cinco horas para tratar una propuesta egipcia de tregua, pero los ministros concluyeron que hay demasiados obstáculos para un alto al fuego duradero y no llegaron a votar para decidir sobre la cuestión.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se reunió con el selecto grupo de ministros y el jefe del Estado Mayor, Gabi Eisenkot, para debatir el posible pacto, sin que se informase de avances, pese a que Hamás se ha mostrado interesado en aceptar un alto el fuego gradual a largo plazo, según informó ayer el diario saudí Ashraq al Awsat.

Tras finalizar el encuentro, el Gabinete israelí difundió un escueto comunicado que se limitaba a decir que "el Ejército está preparado para cualquier posible escenario", una declaración con aire de advertencia que, según el digital Ynet, provocó que los líderes de Hamás se reunieran ayer con su brazo militar para valorar su capacidad armamentística ante un posible conflicto con Israel.

Ante los rumores que indicaban que Israel podría estar negociando un compromiso integral con Hamás, el ministro de Vivienda, Yoav Galant, declaró en la radio militar que "no hay un proceso hacia un acuerdo" y sugirió que solo se debate un alto al fuego de alcance limitado.

"Israel no cree a Hamás. No cree en una 'hudna' (tregua, en árabe)", considera el analista Alex Fishman, del periódico Yediot Ahronot, que asegura que el Gobierno de Netanyahu solo tiene interés en volver a la situación anterior al 30 de marzo, cuando los palestinos iniciaron las protestas de la Gran Marcha del Retorno, que se repiten cada viernes en las inmediaciones de la valla de separación entre la Franja de Gaza e Israel.

Desde entonces, ha aumentado la inestabilidad en la frontera y han muerto al menos 150 palestinos y un soldado israelí, en las manifestaciones y en incidentes violentos, y se repiten los incendios en Israel provocados por globos y cometas incendiarias lanzados desde la Franja, que han arrasado hectáreas de cultivos y bosques.

Otro analista, Itamar Eichner coincide en el Yediot Ahronot con que Israel quiere "un cese del fuego" con pocas implicaciones, lo que podría llevar a que Hamás acepte acabar con el lanzamiento de objetos incendiarios e Israel reabra Kerem Shalom, el único cruce comercial de Gaza, cerrado parcialmente y que se abre ahora solo para el paso de ayuda humanitaria.

También fue cesado el acceso de combustible y gas, en represalia a los incendios, lo que ha puesto a los hospitales y centros médicos en riesgo por falta de electricidad y recursos para hacer funcionar los generadores.

"Israel cree que Hamás no tendrá suficiente con un alto al fuego con esas condiciones", y teme que la organización islamista intente enfrentarse al país en un "choque limitado", por lo que mantiene una posición contundente basada solo en levantar pequeñas restricciones del bloqueo que impone sobre Gaza desde 2007, dice Eichner.

Otro punto conflictivo que limita las posibilidades de acuerdo es el retorno por parte de Hamás de los cuerpos de dos soldados israelíes caídos en la guerra de 2014 y de dos civiles que entraron por su propio pie en Gaza.

El Gobierno israelí plantea su devolución "como una condición" indispensable para llegar a un acuerdo, pero el grupo palestino pide un intercambio de "cientos de terroristas, todos con sangre en sus manos", un trato que Netanyahu, "prisionero de la derecha israelí", "no se puede permitir", afirma el analista de Maariv Yosi Melman.

Tampoco el partido nacionalista Al Fatah, liderado por el presidente palestino, Mahmud Abás, parece apoyar una tregua de gran alcance e "impone condiciones difíciles a los mediadores", el enviado especial de la ONU para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, y el jefe de la Inteligencia egipcia, Abás Kamel.

"Al Fatah no quiere un acuerdo entre Israel y Hamás que daría legitimidad a una organización que Israel y la comunidad internacional definen como terrorista", considera Melman, que agrega, un trato agravaría "el proceso de separación entre Gaza y Cisjordania", algo que no interesa a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que quiere recuperar el control completo sobre la Franja.

La mayoría de analistas coincide en señalar que "es aún poco probable" que se cierre un alto el fuego y que la situación no ha avanzado después de cuatro meses de escalada de tensión.

"Estamos en el mismo punto. El punto en que ambos bandos no están dispuestos a comprometerse ni a pagar un precio", dice este analista.

Joan Mas Autonell