Beirut, 9 may (EFE).- Los ministros sirios de Interior, Mohamed al Shaar, y de Justicia, Nachm Hamad al Ahmad, se entrevistaron hoy con los presos amotinados en la cárcel central de Hama, en el norte del país árabe.
Durante el encuentro, ambos responsables políticos prometieron a los reclusos que responderán a sus demandas y garantizarán que ninguno de ellos será castigado por rebelarse, según la agencia de noticias oficial siria, SANA.
En declaraciones a la prensa, Al Shaar afirmó que la situación en la prisión es normal y acusó a algunos medios de comunicación, que no nombró, de difundir mentiras.
Por su parte, Al Ahmad expresó el compromiso de las autoridades para cumplir con los derechos de los reos y su reinserción en la sociedad.
Desde hace una semana, el presidio, donde hay unos 800 presos, es escenario de un motín, según activistas, que el Ministerio de Interior ha negado.
Un portavoz del grupo Detenidos de la Prisión Central de Hama, que está en contacto con los reclusos amotinados, dijo a Efe por internet que la rebelión todavía continúa por las violaciones del régimen del acuerdo alcanzado ayer para sofocar el motín.
El pacto estipula el fin de la revuelta a cambio de la visita de los ministros de Interior y de Justicia, el restablecimiento del suministro de agua y electricidad al centro penitenciario y la liberación de todos los detenidos.
Asimismo, establece que no se adopten represalias contra los presos excarcelados, que no se arrebaten los teléfonos móviles a los detenidos y que no se adopten medidas de seguridad ni en las celdas ni en la entrada del edificio donde ha transcurrido el motín hasta el próximo sábado.
Sin embargo, la fuente subrayó que las autoridades no han cumplido con su palabra ya que, pese a que hoy fueron liberados once reos, uno de ellos fue arrestado poco después de su puesta en libertad.
Además, tampoco se ha restaurado el suministro de agua y electricidad a la cárcel.
La revuelta se inició en protesta por el traslado de algunos reclusos a la prisión de Seidnaya, al norte de Damasco, y el retraso en el juicio de algunos presos.