Teherán, 10 jul (EFE).- Centenares de miles de iraníes marcharon hoy por las principales ciudades del país durante la tradicional manifestación del "Día de Quds" (Jerusalén), instaurada por el régimen de los ulemas para pedir la liberación de Palestina y la caída del "régimen sionista", como se conoce en Irán a Israel.

En Teherán, una gran multitud de varias decenas de miles de personas marchó en torno al recinto de la universidad central de la capital coreando eslóganes contra Israel, EEUU y Arabia Saudí, los enemigos declarados de la República Islámica y a quienes se acusa de ser responsables de la opresión de Palestina y de la falta de unidad entre el mundo musulmán.

La movilización, en la que abundaron los veteranos protagonistas de la Revolución Islámica de 1979, las mujeres y los grupos de milicianos islámicos (Basij), busca cumplir con la petición del ayatolá Ruholá Jomeiní, quien instauró el "Día de Quds" el último viernes del mes santo de ramadán para clamar contra la opresión de Israel sobre los palestinos.

"Muerte a América", "Muerte a Israel" y "Muerte a Saud" (referencia a la casa reinante en Arabia Saudí), fueron los gritos proferidos por la multitud en una marcha que transcurrió con total tranquilidad bajo el abrasador calor del verano iraní.

La movilización, que culminó con el tradicional sermón de los viernes en los que el poderoso clero chií expresa habitualmente su visión política, contó con el apoyo expreso del Gobierno del moderado Hasán Rohaní, quien pidió públicamente un apoyo masivo a la marcha para "decirle al mundo que las naciones islámicas nunca olvidarán Palestina y la ocupación de su territorio".

La marcha coincidió con las últimas horas del plazo establecido por Irán y las potencias del Grupo 5+1 (EEUU, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania) para alcanzar un pacto sobre el controvertido programa atómico del país asiático.

Ese acuerdo, que busca evitar que Irán pueda hacerse con armas nucleares, es duramente criticado y considerado débil por el Gobierno de Israel, quien se siente amenazado por la República Islámica.

Ali Larijani, presidente del Parlamento iraní y la figura política de más alto rango que participó en la movilización, se refirió antes de ésta al tema nuclear y apuntó que si bien es un problema "estratégico" para su país resolver esa cuestión, Irán nunca dejará de lado "el apoyo a la causa palestina".

"El régimen sionista es una entidad maligna en todos sus aspectos. Mientras todos los analistas políticos de la región y del mundo ven de forma unánime que un pacto nuclear restauraría la seguridad y la estabilidad de la región, ellos se embarcan en su oposición, que cumple con su naturaleza, que es la de buscar el mal para los países islámicos", añadió.