Moscú, 14 abr (EFE).- Los militares ucranianos y las milicias prorrusas se acusaron hoy mutuamente de violar en reiteradas ocasiones la tregua en las regiones orientales de Ucrania, con al menos un miliciano muerto en las últimas 24 horas.
«Las tropas ruso-terroristas de las llamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk continúan con sus provocaciones armadas y atacan nuestras posiciones», se afirma en un comunicado del mando de las fuerzas gubernamentales desplegadas en la zona del conflicto.
Los militares ucranianos denunciaron que entre las 18.00 horas de ayer y la pasada medianoche los prorrusos lanzaron un total de 26 ataques a lo largo de la línea de separación de fuerzas.
«La situación más tensa se observó en la región de Donetsk, donde el enemigo atacó nuestras posiciones junto a las localidades de Peski, Avdéyevka, Opytnoye con fuego de morteros, tanques y lanzagranadas automáticos», se añade en el parte, que no informa de bajas en las filas ucranianas.
A su vez, la jefatura de las milicias prorrusas de Donetsk acusó a las fuerzas de Kiev de romper la tregua en más de 60 ocasiones en las últimas 24 horas.
«Nuestras posiciones fueron atacadas con todo tipo de armas. Sufrimos bajas: un muerto y cinco heridos», se señala en el comunicado de los rebeldes difundido por DAN, la agencia de los separatistas de Donetsk.
Además, un periodista del canal de televisión ruso Zvezdá, Andréi Lúnev, resultó hoy herido de gravedad por la explosión de una mina trampa junto a la localidad de Shirókino, en el sur de la región de Donetsk, escenario de permanentes escaramuzas.
Shirókino se encuentra a orillas del mar de Azov, entre las ciudades de Novoazovsk, controlada por las milicias separatistas, y Mariúpol, de casi medio millón de habitantes, leal al Gobierno de Kiev.
Representantes de Ucrania, de los separatistas prorrusos y mediadores de OSCE tienen previsto celebrar hoy una videoconferencia para analizar el cumplimiento del plan de paz acordado en Minsk en febrero de este año.
Según el último informe de la ONU, más de 6.000 personas, entre civiles y combatientes, han muerto en el este de Ucrania en el año transcurrido desde el comienzo del conflicto.