Beirut, 24 jul (EFE).- La muerte de cuatro refugiados sirios que estaban custodiados por el Ejército libanés a finales de junio se debió a "varios problemas de salud" y no fue consecuencia de "actos violentos", como han denunciado varias ONG, según las conclusiones entregadas por un equipo médico a la Fiscalía militar.

La agencia oficial libanesa ANN difundió que el nuevo informe ha sido entregado al fiscal del tribunal militar Sakr Sakr, después de que se examinaran los cadáveres de las víctimas.

Esta versión corrobora la ofrecida por el Ejército, que había asegurado que, tras los exámenes forenses, se había determinado que estas personas sufrían enfermedades crónicas y que se les brindó tratamiento médico.

Las víctimas fueron detenidas el 30 de junio en la región de Arsal, limítrofe con Siria, durante unas redadas lanzadas por las tropas libanesas en dos campos de refugiados sirios, donde cinco kamikazes detonaron las cargas de explosivos que portaban y mataron a una niña siria e hirieron a siete militares.

Este informe se conoce el mismo día en que un grupo de unos 260 intelectuales, artistas, escritores, académicos y activistas de la sociedad civil del Líbano publicaron una petición contra los "procedimientos racistas" hacia los refugiados sirios.

En una misiva difundida por varios medios, los intelectuales reprobaron también los ataques a las fuerzas armadas y defendieron la libertad, el pluralismo, el respeto de los derechos humanos y su "convicción de que el Ejército debe ser la única parte armada en el país", en referencia a la milicia del grupo Hizbulá.

El pasado día 5, varias organizaciones no gubernamentales libanesas e internacionales pidieron que se llevara a cabo una investigación independiente para esclarecer la muerte de los cuatro ciudadanos sirios.