Mosul (Irak), 6 abr (EFE).- Los habitantes de Mosul, la mayor ciudad del norte de Irak, se sumaron hoy a una campaña para recoger basura de las calles, pero también escombros de la guerra contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y desechos de las elecciones del año pasado.

Ataviados con escobas, decenas de grupos de voluntarios participaron en la campaña de limpieza, aunque los trabajos más pesados corrieron a cargo de las excavadoras del gobierno regional, que actualmente está intervenido por orden de Bagdad y dirigido por el Ejército iraquí.

"He levantado con mis manos un bastidor de hierro de un cartel de uno de los candidatos, que fue colgado a una de las columnas de electricidad cerca de la Universidad de Mosul", relató a Efe el profesor universitario Hossam al Tahan, uno de los voluntarios.

Al Tahan dijo que este bastidor es uno de los residuos "de los corruptos" que vinieron a la ciudad para pedir el voto en las elecciones, celebradas en mayo de 2018, y después "huyeron y dejaron la ciudad en medio de esta crisis".

En la campaña de limpieza participaron este sábado cerca de 3.000 personas de diferentes cuerpos de seguridad y organismos públicos, además de 14 equipos de voluntarios de organizaciones de vecinos.

También se emplearon cerca de 500 excavadoras y otras máquinas para remover escombros, según detalló a Efe el jefe de la campaña en la provincia de Nínive, Abdulkader Aldajil.

Los equipos de ingenieros removieron barreras de cemento y montículos de tierra que fueron colocados en el acceso a algunos barrios de la ciudad para protegerlos de los atentados terroristas, que se multiplicaron en Mosul al comienzo de este año.

"El cierre de las zonas residenciales se hizo por el deterioro de la situación de la seguridad en el pasado, pero a partir de hoy no vamos a verlo de nuevo en las calles de Mosul", dijo a Efe el general Jayim Alyaburi, uno de los responsables de la llamada "célula de crisis" que dirige la provincia de Nínive.

Para mejorar la seguridad, la Policía pretende instalar cámaras en todas las avenidas principales y en las entradas de las zonas residenciales de la mayoría de los barrios de la ciudad, según el general.

Mosul, una urbe de cerca de dos millones de habitantes a orillas del río Tigris, fue conquistada por los yihadistas en junio de 2014 y convertida en la capital iraquí del Estado Islámico.

La ciudad fue liberada tras una larga batalla de ocho meses, que concluyó en julio de 2017 y que ha dejado un rastro de destrucción todavía hoy presente, en especial en el casco histórico, que sigue en ruinas tras los bombardeos de los aviones de la coalición internacional liderada por Washington.

Fahd Yihad, jefe del equipo de voluntarios Sawa (juntos), dijo a Efe que "la ciudad había sido abandonada después de su liberación" y "quedaron los residuos de la guerra presentes".

El jefe del Foro Badin (Empezamos), Ali Aghwan, dijo a Efe que el mensaje que quieren transmitir los habitantes de la ciudad con su participación en la campaña "es más profundo que el tema de la limpieza".

"Mosul mostró hoy que si la dejan administrarse a sí misma, sin la intervención de los corruptos, podrá volver a ser una ciudad perfecta en un corto plazo", aseveró.

Yáser Yunes