Londres, 22 ene (EFE).- El Ejecutivo británico evalúa con el Gobierno francés la situación financiera del Eurostar, la empresa que opera los trenes que unen Londres con París, Bruselas y Ámsterdam, pero aún no se ha llegado a un acuerdo, según el Ministerio de Transporte (DfT, en inglés).
Este servicio está en una grave crisis después de que el número de pasajeros se desplomara un 95 % frente a las cifras previas al estallido de la pandemia de la covid-19 hace casi un año.
El DfT indicó hoy, tras una consulta de Efe, que reconoce los "significativos desafíos financieros" que tiene el Eurostar como resultado de la pandemia y las "circunstancias sin precedentes que afronta actualmente la industria de viajes internacionales".
El Gobierno, añadió, ha estado en contacto regular con Eurostar desde el comienzo de la crisis y funcionarios del DfT han evaluado con otros departamentos gubernamentales posibles planes de ayuda.
El secretario de Estado francés de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari, sostuvo ayer en la Asamblea Nacional que París y Londres están trabajando en un plan de ayudas para Eurostar.
En la comparecencia explicó que se están abordando con el Gobierno británico "mecanismos de ayuda en proporción a la implicación de cada uno en Eurostar" con el objetivo de garantizar su "modelo económico".
Sin entrar en detalles sobre el contenido de esos mecanismos, insistió en que el Estado francés intervendrá para mantener una conexión que calificó de "estratégica".
Eurostar es una sociedad con sede en Londres, pero sus accionistas son la compañía ferroviaria estatal de Francia SNCF (55 %), la Caisse des Dépôts et Placement du Québec (30 %), el fondo británico Hermes Infraestructure (10 %) y la compañía belga de ferrocarriles SNCB (5 %).
Los ingresos de Eurostar se han desplomado un 82 % en 2020, respecto a 2019, y quedaron en menos de 200 millones de euros.
Ante la actual crisis, Eurostar tiene solo un tren diario de ida y vuelta entre Londres y París y otro entre Londres-Bruselas-Ámsterdam.