Pekín, 31 oct (EFE).- El primer ministro chino, Li Keqiang, comenzó hoy un viaje a Corea del Sur en busca de una nueva alianza a tres bandas, entre China, Corea y Japón, con su participación en la primera cumbre que celebrarán estos tres países desde 2012.

Se trata de la primera reunión en la que se encontrarán los líderes de estas naciones en tres años, en este caso, Li Keqiang, la presidenta surcoreana, Park Geun-hye y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y marca un importante paso en el deshielo de esta relación a tres que Pekín considera "clave".

Li participa mañana en la importante cumbre, en la que China espera acelerar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los tres bloques, según indicó el viceministro de Asuntos Exteriores Liu Zhenmin en una rueda de prensa reciente.

"Tenemos plena confianza en la cooperación con Japón y Corea y con Asia oriental en conjunto", manifestó Liu.

A pesar de sus roces con Japón, la segunda economía mundial está aumentando sus esfuerzos por conseguir ese acuerdo comercial, después de que se haya firmado el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) que creará la mayor zona de libre comercio del mundo, un tratado impulsado por EEUU y en el que China no está incluida.

"La clave de la cumbre es el TLC, aunque no creo que el acuerdo llegue pronto", consideró Jia Xiudong, experto del Instituto de Relaciones Internacionales de China, en declaraciones a Efe.

Los obstáculos siguen siendo muchos para alcanzar un entendimiento, debido, sobre todo, a las diferencias históricas y territoriales entre China y Corea con Japón, que también estarán en la agenda junto a otros temas en los que todos coinciden como la desnuclearización de Corea del Norte.

"Inevitablemente las diferencias históricas saldrán a relucir", reconoció el viceministro Liu, si bien insistió en que hay intereses económicos en juego que hacen que se deba "retomar" lo perdido.

Para el analista Jia, si las potencias muestran "buena actitud" en la negociación del TLC, el foro trilateral se podrá considerar un "éxito".

Pekín mantiene una constante tensión con Tokio por sus disputas territoriales en los mares de la región, donde ambas naciones reclaman la soberanía de islas, así como por la percepción de hechos históricos relacionados con el pasado militarista de Japón, que colonizó una parte de China a principios del sigo XX.

Sin cambiar su postura sobre las disputas, el objetivo para Pekín ahora es "impulsar la comunicación" a tres, después de que el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, protagonizaran el inicio del lento deshielo de la relación bilateral en 2014, y de que la alianza con Corea del Sur esté en uno de sus mejores momentos.

La cercanía que viven Pekín y Seúl se evidenció este septiembre cuando la presidenta surcoreana decidió romper con lo establecido al ser una de los pocos líderes internacionales en asistir al desfile militar preparado por China para conmemorar la victoria sobre Japón en la II Guerra Mundial.

Esa sintonía la volverá a demostrar Li Keqiang en este viaje, el primero que realiza a Corea desde que tomó posesión del cargo en 2013 y la que será la primera visita de un primer ministro chino en cinco años.

En su estancia en Corea, donde permanecerá hasta el lunes, se espera que Li mantenga reuniones con Park Geun-hye y su homólogo surcoreano Hwang Kyo-ahn, y que firme una serie de acuerdos de cooperación económica, comercio, educación, tecnología y protección medioambiental.