Bagdad, 1 ene (EFE).- Al menos 28 terroristas murieron hoy en operaciones de las fuerzas iraquíes en la ciudad de Ramadi y en otras zonas de la provincia de Al Anbar, donde repelieron varios ataques del grupo Estado Islámico (EI), informaron a Efe fuentes militares de Irak.
Las fuentes explicaron que las fuerzas iraquíes han seguido la ocupación de los barrios de la ciudad de Ramadi donde estaban los yihadistas y destacado sus efectivos en el barrio sureño de Al Iskan, al tiempo que iniciaban una operación para desactivar artefactos explosivos.
En Al Iskan, miembros del EI que estaban escondidos atacaron alas tropas, que repelieron el ataque y mataron a 18 extremistas, entre ellos tres suicidas, según las fuentes oficiales.
Ocho efectivos de las fuerzas iraquíes resultaron heridos en los enfrentamientos, según las fuentes, que aseguraron que Al Iskan está bajo su total control.
La coalición de Estados Unidos participó en las operaciones contra el grupo yihadista.
El EI realizó además ocho ataques con coches bomba conducidos por suicidas contra una sede del Ejército iraquí y otra de la Policía de Al Anbar en la zona de Al Nazem, en el norte de la provincia.
Las fuerzas iraquíes impidieron los ataques, destruyeron los coches bomba y mataron a los ocho suicidas antes de que llegaran a su objetivo.
La policía, junto con miembros de la tribu de Al Yagaifa y con apoyo aéreo, mató además a dos suicidas que iban en coches bomba y tenían como objetivo en la zona de Al Jasfa, 100 kilómetros al oeste de Ramadi.
El pasado lunes, las fuerzas iraquíes anunciaron la liberación de Ramadi, pero todavía quedan varios cientos de yihadistas en la urbe que controlan algunas zonas. El EI domina además otras áreas de Al Anbar.
Por otra parte, el EI atacó a las fuerzas iraquíes y a la milicia Multitud Popular cerca del pueblo de Al Salam, al noroeste de Tikrit, capital de la provincia de Saladino, donde los yihadistas tuvieron ocho bajas.
En este ataque pereció también un miembro de la Multitud Popular y otros dos resultaron heridos.
El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en los territorios de Irak y Siria bajo su control.