Nueva York, 4 abr (EFE).- Un informe de las Naciones Unidas alertó este jueves de que, a menos que los sistemas financieros nacionales e internacionales sean reformados, los Gobiernos serán incapaces de cumplir las promesas de la Agenda 2030 contra el cambio climático o la erradicación de la pobreza.

El documento -liderado por la ONU pero que cuenta con la participación del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, así como otras sesenta instituciones- asevera que, pese a algunos buenos datos como el aumento de las inversiones sostenibles, las emisiones de gases invernadero aumentan.

Además, muchas inversiones en países en vías de desarrollo están fallando, con más de treinta de ellos ahogados por la deuda o en serio peligro.

El reporte afirma que el aumento en las cantidades invertidas no es suficiente para cambiar la trayectoria actual del desarrollo financiero sostenible, sino que estas metas globales dependen de sistemas financieros que las sostengan y de entornos nacionales y globales propicios para estas políticas.

Estas condiciones, sin embargo, son cada vez más difíciles de conseguir por los cambios veloces en la tecnología, la geopolítica y el clima que están remodelando las economías y las sociedades, un entorno al que las instituciones multilaterales se están intentando adaptar.

"La confianza en el sistema multilateral se está erosionando, en parte porque no estamos consiguiendo un crecimiento inclusivo y sostenible para todos", afirmó en el prólogo del estudio el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

"Nuestro desafío compartido es que el sistema internacional de mercados y financiero sean adecuados para el propósito de avanzar en el desarrollo sostenible y promover una globalización justa", subraya Guterres.

Las agencias apuntan en el estudio a que la reforma del sistema debería incluir un giro hacia inversiones a largo plazo con riesgos sostenibles y un cambio en los mecanismos de reestructuración de la deuda soberana para responder a más complejos instrumentos de deuda y a un diverso panorama crediticio.

Asimismo, es necesario reformular el sistema de comercio mundial, los impositivos y hacer frente a la concentración en los mercados internacionales, que afectan a la desigualdad.