Bruselas, 6 nov (EFE).- La Comisión Europea (CE) ha pedido a los países que amplíen las investigaciones que efectúan sobre el escándalo de los coches trucados para eludir los controles medioambientales, de manera que cubran no solo las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), sino también las de dióxido de carbono (CO2).

El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, el español Miguel Arias Cañete y su colega a cargo de Industria, Elzbieta Bienkowska, enviaron el jueves a los Veintiocho una misiva, a la que Efe ha tenido acceso, en la que les insta a cursar las investigaciones necesarias para aclarar si ha habido fraude o no.

El movimiento llega tras el anuncio de Volkswagen de que, además de los problemas ya conocidos con el óxido de nitrógeno, ha detectado "irregularidades" en la certificación de emisiones de CO2, que afectan a alrededor de 800.000 vehículos del grupo, sin especificar marcas o modelos.

"La Comisión no estaba al corriente de ninguna irregularidad respecto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de Volkswagen antes de su anuncio y está muy preocupada por ello", afirman los comisarios en la carta.

En ésta recuerdan a los países que es su responsabilidad realizar los controles necesarios para asegurarse de que la legislación que establece los limites de CO2 que pueden emitir los vehículos se cumple, y les insta a actuar.

"Querríamos lograr el acuerdo de los Estados miembros para descubrir cómo y por qué esto podría pasar. Las autoridades nacionales, que son responsables de hacer cumplir las legislaciones nacionales y europeas (...) sobre CO2, necesitan asegurar que las obligaciones legales de los fabricantes se cumplen completamente", indican.

Cañete y Bienkowska recuerdan que la Comisión está en contacto con la autoridad competente de Alemania, la KBA, de la que espera información tan pronto como analice la información que recibió este martes de Volkswagen.

Precisamente este jueves representantes de la KBA y el resto de las autoridades nacionales competentes de los Veintiocho, así como responsables de la Comisión Europea, se encontraron en Bruselas en una de sus reuniones periódicas, en las que ahora se trata el supuesto fraude de VW para aparentar que sus coches diesel emitían menos NOx.

Además de Alemania, ocho países -España, Francia, Reino Unido, Italia, Holanda, Finlandia, Suecia y Polonia- notificaron ayer haber puesto en marcha o estar cerca de comenzar investigaciones sobre el posible trucaje de motores por parte del fabricante alemán para reducir las emisiones de NOx, que ahora la CE quiere que amplíen al CO2 y con la vista puesta en más fabricantes.

"Queríamos animar a los Estados miembros a llevar a cabo las investigaciones necesarias para verificar si la legislación relevante no ha sido respetada por algunos fabricantes, en el contexto de la certificación del consumo de combustible y de las emisiones de CO2", dicen Cañete y Bienkowska.

Ambos comisarios preguntan, en concreto, si han recibido alguna prueba o información sobre posibles irregularidades y, si es el caso, cuántos vehículos registrados entre 2012 y 2014 podrían estar afectados.

La Comisión necesita la información de los Estados miembros para poder actuar con la imposición de las sanciones previstas en la legislación comunitaria para aquellos fabricantes que superan los límites de CO2 marcados.

De hecho se ha paralizado el informe comunitario relativo a los vehículos autorizados en 2014 -que iba a ser publicado próximamente-, a la espera de que se arroje luz sobre este nuevo escándalo.

En Bruselas hay "preocupación" ante este nuevo episodio que cuestiona la efectividad de los sistemas de control de las emisiones de gases contaminantes de los coches, explicaron fuentes comunitarias a Efe.

Estas indicaron, no obstante, que esto no debilita la posición de la UE de cara a las negociaciones de la cumbre climática COP21 que empezará en París a finales de noviembre y en la que se tratará de lograr un acuerdo global vinculante para la reducción de emisiones de CO2.