Washington, 13 feb (EFE).- El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, se reunió hoy en Múnich con el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y le reafirmó el apoyo de Washington frente a Rusia por el conflicto en el este ucraniano, informó el Gobierno.

El portavoz de Kerry, John Kirby, indicó en un comunicado que la reunión se llevó a cabo paralelamente a la Conferencia de Seguridad que se lleva a cabo en esa ciudad alemana, en la que Poroshenko expresó hoy su firme oposición a la retirada de sanciones de Occidente a Moscú para favorecer una solución en Siria.

En la reunión con el gobernante ucraniano, "Kerry le reafirmó el fuerte apoyo de Los Estados Unidos al total cumplimiento de los acuerdos de Minsk", dijo Kirby en el comunicado en referencia al compromiso firmado con Moscú para lograr un alto el fuego y resolver el conflicto separatista prorruso en el este ucraniano.

Para ello, Kerry también instó a la unidad a los líderes ucranianos, aseguró el portavoz.

En su intervención en la Conferencia de Múnich, Poroshenko insistió en responsabilizar al presidente ruso, Vladimir Putin, de estar atrás del referéndum que dio pie a la anexión rusa de Crimea y a la desestabilización que vive el este ucraniano con el suministro de armas a los rebeldes prorrusos y el envío de tropas.

"Odio la idea de las peticiones de diálogo con Rusia a causa de lo que está pasando en el mundo", aseguró el gobernante ucraniano a los líderes occidentales, a los que pidió mantener la confrontación con Moscú hasta que acaben las "agresiones" rusas en su país y en otros lugares como Siria.

Respecto a la situación económica ucraniana, Kerry pidió a Poroshenko "un progreso más rápido en las reformas y contra la corrupción" y, en especial, adoptar los "pasos urgentes recomendados" por el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo Kirby.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, emitió esta semana una declaración para advertir a Ucrania de la dificultad de continuar con el programa de ayuda al país sin que haya un "esfuerzo sustancial" de su parte contra la corrupción.

"Sin un nuevo esfuerzo sustancial para fortalecer las reformas de gobernabilidad y combatir la corrupción, es difícil ver cómo el programa respaldado por el FMI puede continuar y tener éxito", sostuvo Lagarde, que se mostró preocupada por el escaso avance "en la reducción de la influencia de intereses particulares en el diseño de políticas" en Ucrania.

El programa del FMI de ayuda a Ucrania tiene un valor de 17.500 millones de dólares y cuatro años de duración y se incluye en un paquete internacional de cerca de 40.000 millones de dólares, en el que también participan la Unión Europea, EE.UU. y otros organismos internacionales.

La semana pasada, el ministro de Economía ucraniano, Aivaras Abromavicius, presentó su renuncia tras denunciar corrupción en las filas de la coalición de gobierno, sumándose a las dimisiones, en los últimos dos meses, del director adjunto del Banco Nacional, Alexandr Pisaruk; el viceministro de Infraestructuras, Vladímir Shulméister, y el viceministro de Economía, Ruslán Korzh, todos procedentes del mundo de los negocios.

En diciembre pasado, durante una visita a Kiev, el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, pidió a Ucrania un mayor esfuerzo "para acabar con la corrupción".