Kabul, 17 feb (EFE).- La ONG Transparencia Internacional (TI) advirtió hoy de que Afganistán, el tercer país más corrupto del mundo, ha fracasado en su intento de frenar esta lacra debido a las deficiencias en su sistema judicial y las injerencias políticas.
Los órganos judiciales son las instituciones más corruptas del país y están profundamente influenciadas por políticos y la élite social, mientras que sus responsables gozan de impunidad, según un informe de TI presentado en Kabul.
Según la Evaluación del Sistema de Integridad Nacional, el primer informe de la organización sobre la lucha contra la corrupción en el país, las interferencias políticas han minado la capacidad del sector público de proveer servicios a los ciudadanos.
Las debilidades del sistema afgano han impedido que se elimine la corrupción en el país, a pesar de las inyecciones millonarias de donantes internacionales, y han contribuido a la continuación del conflicto, advierte el informe.
"La supervivencia del estado y consecución de la paz sólo se podrán garantizar cuando el Gobierno afgano actúe inmediatamente para prevenir la corrupción", sentenció en la presentación el analista del Observador de Integridad de Afganistán, colaborador en el estudio, Izatullah Adeeb.
Adeeb aseveró que la eliminación de esta lacra ya no es una "objetivo deseable" sino una "imperativo estratégico" sin el que el Ejecutivo no "tendrá ninguna opción de ganar".
Por ello, TI pidió al presidente afgano, Ashraf Gani, que ponga en marcha un sistema judicial efectivo e independiente, acabe con la impunidad de los corruptos y profesionalice el sector público.
Según datos de Transparencia Internacional, el 50 % de los afganos reconocen haber pagado un soborno y el 90 % consideran que la corrupción es un desafío en sus vidas.