Bruselas, 8 oct (EFE).- El Parlamento Europeo pidió este jueves la modificación o el rechazo de sendas propuestas de la Comisión Europea sobre la presencia en alimentos del dióxido de titanio, un aditivo muy utilizado en caramelos, y la acrilamida, sustancia que la Organización Mundial de la Salud cree potencialmente cancerígena.

La Eurocámara argumentó que "el principio de precaución" debe guiar la política alimentaria y que los niños figuran entre los más expuestos a estas sustancias y deben ser protegidos.

Por un lado, el Parlamento aprobó con 443 votos a favor, 118 en contra y 135 abstenciones una "objeción" a la propuesta de Bruselas que plantea modificar las normas sobre los aditivos alimentarios como el dióxido de titanium (conocido como E171).

Los eurodiputados pidieron que el E171 sea eliminado de la lista europea de aditivos autorizados, que en la actualidad se utilizan sobre todo en los productos de pastelería, así como en chicles, caramelos, chocolates y helados.

Son alimentos muy populares entre los niños, que están "particularmente expuestos", indicó el PE en un comunicado.

Francia prohibió la venta de alimentos con dióxido de titanio el pasado 1 de enero y unos 85.000 ciudadanos europeos han firmado una petición de apoyo al veto francés.

Por otra parte, la Eurocámara aprobó con 469 votos a favor, 137 en contra y 90 abstenciones, una objeción a la propuesta para modificar las reglas que establecen los valores máximos de acrilamida en algunos alimentos para bebés y niños.

La acrilamida se produce de forma natural en los alimentos ricos en almidón y asparagina cuando se cocinan a más de 170 grados con baja humedad (por ejemplo, al hornearlos, freírlos o tostarlos), adquiriendo con ello un tono tostado.

Según la Organización Mundial de la Salud, es potencialmente cancerígena en todos los grupos de edad.

Los eurodiputados han pedido a la CE que rebaje los valores máximos permitidos en dos productos alimentarios que normalmente consumen los niños, al ser los más expuestos por su peso.

También abogan por que las galletas y los bizcochos, que muchas veces llevan embalajes dirigidos a los menores, sean sometidos a las mismas exigencias.

Las objeciones impedirán a Bruselas aprobar las propuestas tal como habían sido presentadas, por lo que deberán ser modificadas o retiradas, indicó el Parlamento.

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