Estrasburgo (Francia), 16 dic (EFE).- La presidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo (PE), la socialista española Elena Valenciano, reconoció hoy que hubo «presiones» cuando se decidió dar el premio Sájarov a la libertad de conciencia al bloguero saudí Raif Badawi.

«Ha habido muchas presiones para que Badawi no fuera el ganador del premio Sájarov», dijo Valenciano, «pero al final hemos conseguido superarlas».

«Sabemos que Arabia Saudí es un país muy importante para muchas cosas que nos interesan a los europeos, entre otras el combate contra el terrorismo yihadista», dijo la eurodiputada socialista.

«Pero también deben recibir un mensaje contundente y es que no vamos a permitir que estas cosas sucedan sin que nosotros levantemos la voz. Y le hemos dado el premio a Badawi porque ellos han aplastado la voz de Badawi y de otros muchos jóvenes musulmanes que desde su espacio reducidísimo tratan de clamar por la libertad», afirmó.

Ensaf Haidar, la mujer de Raif Badawi, recogió hoy el premio Sájarov a la libertad de conciencia que le ha concedido el Parlamento Europeo.

«Raif es un espíritu libre, no es un violador. Simplemente es una voz libre en un país de pensamiento único y no es un bandido», dijo Haidar en su discurso ante el pleno.

El bloguero Raif Badawi fue condenado en 2012 a diez años de cárcel, al pago de un millón de riales saudíes (unos 242.000 euros) y a mil latigazos (veinte tandas de 50) por difamar al islam y en la actualidad ha comenzado una huelga de hambre porque las autoridades saudíes han decidido trasladarlo de prisión.

Valenciano dijo que hay que «poner el foco en estos jóvenes musulmanes que están peleando en condiciones difíciles por la libertad».

Sobre el impacto negativo que la concesión del premio podría tener en la vida de Badawi, Valenciano recordó que «siempre que vamos a dar el premio primero consultamos con los candidatos, si están dispuestos a recibirlo, por los riesgos que corren».

«La mujer de Badawi ha tenido que salir de Arabia Saudí, con sus tres hijos, sola, repudiada por su familia. Raif está en la cárcel. Creo que ya sabe que está en una tarea más grande que su propia vida porque si no, no habría asumido estos riesgos», señaló.

Valenciano cree que «está un poco descompensado» el balance entre política real y derechos humanos y que se está «retrocediendo claramente en lo que han sido y deben de seguir siendo los valores fundamentales en Europa: los derechos humanos y la democracia».

«Hay una cierta comprensión, un tanto cínica, sobre el hecho de que los derechos humanos dependan de la cultura, de la religión», consideró.

«Pero eso no es cierto y si creemos en los valores que nos dieron vida y sentido, debemos ser más contundentes en esta defensa de los valores», dijo Valenciano, que defendió el papel del PE en ese ámbito porque «no defiende intereses nacionales y tiene que defender los valores europeos.

«Los ciudadanos europeos quieren que los estados miembros sigan siendo garantes de los derechos humanos en el mundo. Ese es nuestro mandato», afirmó.