Nairobi, 5 may (EFE).- El Tribunal Constitucional de Burundi autorizó hoy la candidatura del presidente del país, Pierre Nkurunziza, a las elecciones del próximo junio para optar a un tercer mandato presidencial, aspiración que ha desencadenado violentas protestas en los últimos nueve días.

Evelyne Butoyi, portavoz del partido gobernante de Burundi, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD), confirmó hoy la decisión de la corte judicial, según el portal digital de noticias burundés Iwacu.

"El Tribunal Constitucional dictaminó que la renovación una vez más, y por última vez, del actual período presidencial por sufragio universal directo por un periodo de cinco años no es contraria a la Constitución de Burundi del 18 de marzo 2005", dijo Butoyi.

La autorización de la candidatura de Nkurunziza se produce un día después de que su vicepresidente, Sylvère Nimpagaritse, huyera a Ruanda, informaron fuentes municipales al diario ruandés The New Times.

Nueve personas han muerto y más de sesenta han resultado heridas tras nueve días de violentas protestas en contra de las aspiraciones del presidente a prolongar su mandato, según datos de Naciones Unidas.

La oposición rechaza que Nkurunziza vuelva a presentarse porque la Constitución de Burundi limita a dos el número de mandatos, que según el texto debe ser elegido por sufragio universal directo.

Sin embargo, el CNDD-FDD, liderado por Nkurunziza, argumenta que éste puede aspirar a un tercer mandato porque la primera vez que fue nombrado presidente, en 2005, fue elegido por el Parlamento y, por tanto, por sufragio indirecto.

Para atajar la polémica, el Senado de Burundi aprobó la pasada semana, gracias a la mayoría del partido gobernante, elevar al Constitucional la decisión de Nkurunziza de volver a presentarse.

La candidatura del mandatario hutu ha suscitado el temor entre grandes sectores de la población burundesa, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005) que enfrentó a los dos principales grupos étnicos del país -hutus y tutis- y hundió su economía.

Tras su independencia de Bélgica en 1962, Burundi ha vivido dos sucesos calificados como genocidios: la masacre de hutus por el Ejército dominado por tutsis en 1972, y el asesinato masivo de tutsis por hutus en 1993.

Ahora, son miembros de la oposición y familias tutsis quienes han comenzado a dejar el país, ante las informaciones que apuntan a la distribución de armas a las milicias de jóvenes progubernamentales.