Astaná, 13 abr (EFE).- El presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáev, consideró a Irán un "aliado político y económico" durante la reunión que mantuvo hoy con el ministro de Exteriores de Irán, Mohamed Zarif.
"He tenido relaciones de trabajo basadas en la confianza con todos los líderes iraníes. El actual presidente, Hasán Rohaní, y yo nos reunimos cuatro veces el año pasado." dijo el mandatario kazajo, según un comunicado de la presidencia.
"Nuestros países tienen un gran potencial para la cooperación. Se está trabajado para reactivar el proyecto de la gran ruta de la seda", añade la nota.
En esta línea, el presidente kazajo hizo referencia a la finalización del ferrocarril Kazajistán-Turkmenistán-Irán, el cual "ayudará a consolidar los vínculos económicos entre los países", aseguró el mandatario.
Nazarbáev "felicitó" al ministro Zarif por los resultados de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní celebradas en Lausana (Suiza).
"Kazajstán e Irán son países que comparten posturas en asuntos regionales e internacionales", añadió el presidente kazajo.
"Desde la visita el pasado mes de septiembre del presidente Hasán Rohaní a Kazajstán, el nivel de cooperación comercial y económica entre ambos países ha aumentado", aseguró por su parte el ministro de Exteriores de Irán.
Zarif añadió que "la visita de Nursultán Nazarbáev a Irán ayudará a fortalecer la cooperación económica entre los dos países."
Previamente, el ministro iraní se reunió con su homólogo kazajo, Yerlán Idrísov.
La reunión entre los dos ministros se produce pocos días después de que Irán y las potencias del Grupo 5+1 alcanzaran en Lausana un acuerdo preliminar sobre la política nuclear de Teherán.
El encuentro se centró "en asuntos de cooperación económica y comercial", explicó Idrísov.
El titular de la cancillería iraní destacó que empresas tanto kazajas como rusas -país integrado con Kazajistán y Belorrusia en la Unión Económica Eurasiática- "están interesadas en acceder al mercado iraní".
Esto será posible si prospera el preacuerdo nuclear negociado en Suiza y cuya implementación abrirá la puerta a la suspensión de las sanciones internacionales contra el régimen de Teherán.