San Salvador, 9 oct (EFE).- La cifra de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador asesinados en 2019 se elevó al menos a 25 tras la muerte de un miembro del cuerpo seguridad en el occidente del país, cuyo cuerpo fue localizado el martes en un barranco.

El director de la PNC, Mauricio Arriaza, afirmó en una rueda de prensa que se trata de un homicidio con arma de fuego y no de un accidente.

"Es lamentable y la institución policial condena que son ataques cobardes y viles en contra de nuestros elementos. Él aparece en el río y presentaba una lesión en el cráneo, fue asesinado de un balazo", sostuvo.

Arriza evitó dar detalles de la investigación y no confirmó si se trata de un ataque de las pandillas, acusadas de perpetrar la mayoría de asesinatos de miembros de los cuerpos de seguridad.

Reportes de la prensa local señalan que la víctima es el agente José Martínez, quien estaba destacado en la División de Protección a Víctimas y Testigos de la PNC en San Salvador.

Con este homicidio se eleva al menos a 25 el número de miembros de la PNC ultimados en lo que va de año, a los que se suman 15 militares y un custodio penitenciario.

En 2018 se registraron los homicidios de 32 policías, 2 empleados administrativos de ese cuerpo de seguridad, 17 militares, 3 agentes de centros penales y un estudiante de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP).

El Salvador es considerado uno de los países más violentos del mundo por las tasas de homicidios por cada 100.000 habitantes de entre 103 y 50,3 registradas entre 2015 y 2018, índices atribuidos principalmente a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias.

Estos grupos criminales poseen unos 60.000 miembros en todo el país y también son acusados de cometer la mayoría de crímenes contra policías y militares.

Estas bandas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a diferentes planes de seguridad de encarcelamiento masivo, confrontación directa y diálogo de los últimos cuatro Gobiernos.

El Ejecutivo de Nayib Bukele lanzó el pasado 20 de junio un plan de control territorial con el que se han concentrado a más 7.000 agentes de la Policía y el Ejército en 22 localidades para tratar de recuperar el control de los territorios dominados por las pandillas.

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