Lisboa, 27 abr (EFE).- El Gobierno del archipiélago de Cabo Verde confirmó hoy el arresto del sospechoso de haber asesinado a once personas en el destacamento militar de Monte Tchota y divulgó las identidades de las víctimas, entre las que figuran dos españoles.

En un comunicado de la jefatura del Gobierno, el gabinete de Ulisses Correia e Silva identificó a los españoles fallecidos como A. Martínez Ruiz y D. Sánchez Zamarreño.

La nota no precisa ni la edad ni la residencia habitual de ninguno de ellos.

Además de los dos civiles españoles, en la misma tragedia fallecieron otro civil caboverdiano, compañero de trabajo de los españoles, y ocho militares, todos ellos de Cabo Verde y cuyas identidades fueron también difundidas.

Se sabía anteriormente que estos dos ciudadanos españoles trabajaban para DF Núcleo, filial de la multinacional asturiana Duro Felguera, y que se encontraban en el país africano realizando labores de revisión de antenas de telefonía.

Los dos murieron en el tiroteo al cuartel del Centro de Transmisiones de Monte Tchota, ocurrido en la madrugada de este martes en la isla de Santiago, la mayor de las diez que componen el archipiélago -localizado frente a las costas de Senegal, a 2.900 kilómetros al sur de Lisboa- y donde se encuentra la capital del país, Praia.

El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, declaró hoy que los cadáveres de los dos españoles están en un hospital y que se está haciendo todo lo posible para agilizar su repatriación a España.

El primer ministro Correia e Silva agradeció a los cuerpos de seguridad su "intervención rápida para la captura del presunto autor del bárbaro asesinato".

Aunque el jefe de Gobierno no difundió la identidad del sospechoso, los medios caboverdianos le han identificado como Manuel António Silva Ribeiro, de 21 años.

Silva Ribeiro fue detenido hoy mismo en el barrio de Fazenda, en la capital del archipiélago, Praia, a unos 45 minutos del cuartel de Monte Tchota.

Ha sido trasladado ya a dependencias policiales para su interrogatorio y posterior puesta a disposición judicial.

La República de Cabo Verde, antigua colonia portuguesa con unos 500.000 habitantes, vive conmocionada por el trágico asesinato que las autoridades atribuyen a motivaciones personales y no al narcotráfico o al terrorismo, como se había apuntado en un primer momento.

"Estamos muy comprometidos en mejorar significativamente el sistema y el nivel de seguridad del país. Evaluaremos qué medidas adoptar tanto interna como externamente", anotó el primer ministro.

A raíz de lo ocurrido, el Gobierno de Cabo Verde ha decretado dos días de luto nacional.