Praga, 15 feb (EFE).- Los primeros ministros de cuatro países del Este de Europa se reúnen hoy en Praga con líderes de Macedonia y Bulgaria con el objetivo de aislar a Grecia de la llamada "ruta de los Balcanes", por la que llegan a diario miles de refugiados de Oriente Medio a Europa central.

En la cumbre participan el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka; la polaca Beata Szydlová; el húngaro Viktor Orbán; y el eslovaco Robert Fico.

Acuden como invitados el primer ministro búlgaro, Bojko Borisov, y el presidente de Macedonia, Gjorge Ivanov.

Esta ruta pasa por Grecia, Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia para llegar a Austria y de allí a Alemania, el principal destino de los refugiados.

El camino fue utilizado el año pasado por más de un millón de refugiados que huyen de la guerra en Siria, Irak y Afganistán, aunque también por decenas de miles de supuestos emigrantes ilegales.

Macedonia ha empezado a reforzar su valla fronteriza de 37 kilómetros al norte de Grecia, elevando una paralela a la existente, vigilada por patrullas internacionales.

Agentes de policía de la República Checa, Polonia, Eslovaquia y Hungría, que forman el llamado grupo de Visegrado (V4), ayudan en la vigilancia de esa frontera junto con policías de Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria.

Desde que estalló la crisis migratoria el verano pasado, los cuatro socios del V4, todos miembros de la UE, han criticado la falta de coordinación comunitaria para impedir la entrada incontrolada de refugiados e inmigrantes por el sudeste de Europa.

Asimismo, existe consenso en el seno del V4 de que Grecia no cumple sus compromisos para proteger las fronteras exteriores del espacio de Schengen, de libre circulación comunitaria.

La reunión de hoy, que se produce a pocos días de una cumbre europea clave para la crisis migratoria, podrá reducir por algún tiempo la presión inmigratoria, aunque no soluciona el origen del problema, señala hoy en un comunicado el director del instituto praguense "European Values", Radko Hokovsky.

Por otro lado, el analista checo augura que las medidas acordadas en Praga podrían desviar el flujo migratorio hacia el Mediterráneo central, por Italia, o parcialmente a través del Mar Negro.