Kiev, 3 oct (EFE).- El Ejército ucraniano procedió hoy a retirar su armamento de menos de 100 milímetros de calibre de la zona de separación de fuerzas en el este del país, poco después de que los separatistas prorrusos iniciarán el proceso de repliegue.
"Ha comenzado la fase de la retirada del armamento y de los vehículos militares, incluido tanques, de la línea de separación a una distancia de 15 kilómetros", dijo Andréi Lisenko, portavoz militar de la Presidencia ucraniana, a medios locales.
Lisenko aseguró que "Ucrania es un país responsable y cumplirá con celeridad las responsabilidades asumidas a nivel internacional" y puso en duda que los rebeldes de la república popular de Lugansk hubieran comenzado ya la retirada.
"Nadie sabe adónde ha ido (la primera columna de tanques), con qué numeración. Los observadores internacionales no tienen prácticamente ninguna información sobre la movilización y los lugares donde será almacenado" el armamento, señaló.
Por su parte, el mando militar ucraniano informó de que ahora se está documentando el armamento que será replegado y habilitando los arsenales donde serán emplazados los tanques, piezas de artillería y morteros.
Previamente, los insurgentes informaron de que han comenzado ya a retirar el armamento en la zona bajo su control en la región de Lugansk.
"Primero retiraremos los tanques. En la zona de Aleksandrovsk, cerca de la línea de confrontación, ya ha comenzado a replegarse la primera columna de tanques", informaron fuentes separatistas a medios rusos.
Según informó la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el repliegue se dividirá en dos etapas: la primera, que incluye a los tanques, durará 15 días; mientras la segunda, que incumbe a morteros y artillería, se prolongará durante 24 días.
Ambos bandos acordaron el martes en Minsk que iniciarían el repliegue del armamento en caso de que se cumpliera a rajatabla una tregua de 48 horas, lo que fue confirmado tanto por Kiev como por los insurgentes.
La retirada del armamento es considerado el principio del fin de la guerra en el este de Ucrania, que estalló en abril de 2014 cuando los prorrusos se sublevaron militarmente contra las nuevas autoridades que derrocaron al presidente, Víktor Yanukóvich.
Ese acuerdo fue rubricado ayer en París por Poroshenko y los presidentes de Rusia, Vladímir Putin; Francia, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, garantes de los acuerdos de paz de Minsk.
No obstante, estos líderes descartaron que tanto los aspectos militares como políticos de los acuerdos vayan a cumplirse en el plazo previsto, es decir, antes de finales de este año.