Nueva Delhi, 9 abr (EFE).- El cansancio de más de un año de pandemia, la relativa baja tasa de mortalidad y una falsa sensación de seguridad a causa de la campaña de vacunación han contribuido, según los expertos, a la segunda ola del coronavirus en la India.

El país asiático no ha dejado de romper sus propios récords de infecciones desde que el pasado lunes se registraron 100.000 contagios en un solo día, y este viernes se alcanzó un nuevo máximo histórico de 131.968 casos.

La curva de contagios no da señales de frenar, en el contexto de una segunda ola mucho más rápida que la primera, llevando el total de infecciones por coronavirus a superar los 13 millones y desatando la preocupación de las autoridades.

CANSANCIO DE LA POBLACION

La India, con unos 1.300 millones de habitantes, llegó a registrar menos de 10.000 infecciones diarias en febrero, por lo que, ¿a qué se debe este súbito aumento de los casos de coronavirus?

En opinión del presidente del Comité Asesor Científico del Instituto Nacional de Epidemiología, el virólogo Jayaprakash Muliyil, está directamente relacionado con la actitud ante el coronavirus de una parte de la población.

"El caso de la India es muy interesante, es un país que ha sido descrito como desarrollado de forma desigual. Un sector de la población depende de los salarios diarios y no pueden permitirse el lujo de aislarse, así que la primera ola, en términos muy generales, golpeó (...) a las secciones más pobres de la comunidad", explicó Muliyil a Efe.

Más de un año después del inicio de la pandemia, la clase más acomodada del país asiático -"los que pudieron permitirse aislarse al tener el apoyo financiero necesario", según el virólogo-, ha bajado la guardia.

"Han abandonado el comportamiento cuidadosamente confeccionado para prevenir la covid-19, la gente que estaba viviendo de forma segura ha decidido comportarse de forma menos segura", atestigua Muliyil.

El virólogo señala que en esta segunda ola muchos hospitales privados están llenos, frente a la menor presión hospitalaria en centros públicos, como sucede por ejemplo en la capital del estado occidental de Maharashtra, Bombay, la región india que suma más de la mitad de los casos diarios de coronavirus en todo el país.

No solo pasa factura el haber dejado de portar mascarilla, evitar espacios concurridos y guardar la distancia social. Entre las razones citadas por el virólogo figuran también la baja mortalidad del coronavirus en la India, comparado con otras naciones.

La India es el tercer país más afectado del mundo por la enfermedad en términos absolutos, con 13 millones de casos, y ha registrado unas 167.000 muertes desde el inicio de la pandemia, frente a por ejemplo las 345.000 contabilizados en Brasil, que con 13,3 millones de infecciones es el segundo país en número de casos.

"Así que la gente (...) piensa que se pueden relajar porque se dice que el coronavirus está aquí pero no es más que una enfermedad leve, especialmente entre la gente joven", dijo el virólogo.

VUELTA AL TOQUE DE QUEDA

Ante el aumento de casos, esta semana varias regiones, como Maharashtra o Nueva Delhi, han impuesto toques de queda nocturnos en un país que había levantado la mayor parte de las restricciones fijadas en marzo del año pasado con motivo del estricto confinamiento.

"Los toques de queda nocturnos, como una herramienta en sí mismos, son bastante ineficaces, porque no es como si el virus se extendiese solo de día", explicó a Efe el economista y epidemiólogo Ramanan Laxminarayan, director y fundador del Centro de Dinámica de Enfermedades (CDDEP, en inglés).

Para lo que sí sirven, en opinión del experto, es para recordar a la población india que el virus está de vuelta y no debería ser tomado a la ligera.

El propio primer ministro, Narendra Modi, afirmó ayer durante una reunión virtual con los jefes de gobierno de varios estados indios que "la gente está ahora mucho más relajada, en algunos casos incluso la administración también".

Laxminarayan no cree que las variantes del coronavirus detectadas en la India, incluyendo la indígena "doble mutante" B.1.617, sean responsables por sí solas del aumento desbocado de los casos.

"El año pasado, la velocidad a la que se transmitía el virus antes del confinamiento era más o menos la misma a la que ocurre ahora, que tampoco hay confinamiento, así que en otras palabras no necesitamos a las variantes para explicar lo que está sucediendo ahora", dijo.

Los expertos coinciden en afirmar que es difícil señalar cuándo tocará techo la segunda ola del coronavirus, aunque el Gobierno señala que la mejor baza para poner freno al avance de la pandemia es su programa de vacunación.

La India ha administrado a día de hoy 94 millones de dosis, 3,6 millones en las últimas 24 horas, aunque estos números y la escasez de vacunas que han denunciado estos días varios estados indios ponen en duda el objetivo de inocular a 300 millones de personas antes de mediados de año.

David Asta Alares

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *