El Cairo, 31 oct (EFE).- Egipto conmemora el primer aniversario de la tragedia del avión ruso que se estrelló en la península del Sinaí con 224 personas a bordo, mientras el sector del turismo sigue sufriendo las consecuencias de ese duro golpe y espera el regreso de los visitantes desde Rusia.
En la localidad turística de Sharm al Sheij, de donde despegó el avión que se precipitó poco después en una zona desértica, las autoridades organizaron ayer y hoy actos de homenaje a los que perdieron la vida hace un año, en su gran mayoría ciudadanos rusos.
La iglesia ortodoxa Al Samaiin de Sharm al Sheij acogió hoy una misa en memoria de las víctimas, a la que asistieron autoridades egipcias y el embajador ruso en El Cairo, Sergei V. Kirpichenko.
«Nosotros hemos sentido la solidaridad del pueblo egipcio desde los primeros momentos del trágico suceso el año pasado», dijo el diplomático ayer durante una marcha por la localidad turística, en la que los asistentes portaron velas para recordar a los fallecidos.
El Ministro egipcio de Aviación Civil, Sherif Fathi, aseguró hoy que el acto de ayer es un mensaje al mundo de que «no nos hemos olvidado de las víctimas del avión ruso».
Fathi aprovechó la oportunidad para destacar que «Egipto es el país de la paz y de la seguridad», pero algunos gobiernos así como compañías aéreas lo ponen en duda y aún no han reanudado los viajes a la tierra de los faraones un año después de la tragedia.
Rusia, así como otros países, apuntaron en su momento que el avión fue derribado por una explosión, en un ataque terrorista que fue reivindicado por la filial del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Egipto, la cual tiene su base en el Sinaí.
Incluso en una ocasión, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, admitió que el avión había sido derribado.
«¿Se ha acabado el terrorismo? No, todavía sigue, pero todos juntos y unidos (podremos con él). Quien derribó el avión ruso, ¿Qué objetivo tenía? ¿Sólo golpear el turismo? No, además (pretendía) dañar las relaciones con Rusia (…) para que estemos aislados y solos», señaló entonces el mandatario
Sin embargo, a día de hoy, los investigadores egipcios aún no han ofrecido su versión de los hechos.
Egipto ha admitido algunos fallos en la seguridad de sus aeropuertos, por lo que en los pasados doce meses ha revisado y mejorado los controles, además de contratar a empresas privadas y extranjeras para que le asesoren.
Pero esto no ha sido suficiente para que Rusia permita a sus compañías volar a cualquier punto de Egipto, ni para que el Reino Unido lo haga a Sharm el Sheij.
El ministro ruso de Transporte, Maxim Solokov, acudió en septiembre a El Cairo para estudiar la reanudación de los vuelos, que podría tener lugar a finales de 2016, mientras que otros países ya han empezado a restablecer las conexiones con el mar Rojo, como Alemania y Turquía.
«Esperamos que se reanuden los vuelos desde Rusia antes de la Navidad ortodoxa», a principios de enero, dijo a Efe el presidente de la Federación Egipcia de Turismo, Elhamy Elzayat.
Elzayat aseguró que «Egipto ha hecho su trabajo» y ha implementado todas las medidas de seguridad que fueron requeridas por los países y aerolíneas extranjeras, por lo que sus aeropuertos, y el de Sharm al Sheij en particular, «son seguros al cien por cien».
Sólo falta una de las peticiones, explicó, que es la instalación de un escáner del iris para los empleados del aeropuerto de la localidad costera, ya que supuestamente fue uno de estos o alguien que se infiltró entre el personal el que colocó la bomba a bordo del Airbus A-321.
«La decisión está ahora en manos del Gobierno ruso. Es beneficioso para todas las partes que se reanuden los vuelos», aseguró Elhamy, quien destacó que para los turistas rusos Egipto es un destino barato, cercano y sencillo de alcanzar, y que la temporada alta en el mar Rojo coincide con el invierno en Rusia.
Antes del incidente, los rusos eran los turistas más numerosos en Egipto, con 3.250.000 visitantes en 2014, que acudieron principalmente a las costas del mar Rojo, pero sus llegadas se redujeron en más del 50 por ciento desde la tragedia del avión de Metrojet.
En opinión de Elhamy, los visitantes rusos no tendrán miedo de viajar de nuevo a Egipto y volverán a acudir en abundancia, aunque hará falta al menos un año para que el sector se recupere y vuelva a registrar las mismas llegadas que entes del 31 de octubre de 2015.
El número de turistas que viajaron a Egipcio se desplomó en la primera mitad de 2016 un 51,2 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según los últimos datos de la agencia oficial egipcia de estadísticas.