Nairobi, 17 dic (EFE).- El representante de Comercio Exterior de EEUU, Michael Froman, instó hoy a los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a dejar de ser «rehenes» de la Ronda de Doha para responder de forma efectiva a los problemas económicos actuales, especialmente en materia de desarrollo.
En su intervención ante el plenario de la OMC en Nairobi, Froman llamó a superar el proceso de liberalización comercial iniciado en 2001 en la capital de Catar y que mantiene estancado el sistema multilateral de la institución, que podría enfrentarse a una profunda transformación en esta cumbre.
El titular de Comercio estadounidense pidió «una nueva forma de multilateralismo pragmático».
«El desarrollo es demasiado importante. Todos nosotros, y especialmente los países en desarrollo, consideran inaceptable que los asuntos críticos de Doha hayan sido tomados como rehenes por una arquitectura que demuestra su incapacidad para producir resultados adecuados», enfatizó.
Para Froman, «dejar Doha atrás no significa dejar inacabado este negocio, sino poner sobre la mesa nuevas formas de responder».
«Liberémonos de las estructuras del marco de Doha para permitirnos enfoques nuevos y más creativos a estos problemas» para «revitalizar la OMC y el sistema multilateral de comercio».
El estadounidense animó a los 163 países miembros de la institución -que durante la jornada de hoy aumentará a 164 al sumarse a Afganistán- a «empezar a trabajar juntos aquí, en Nairobi».
«Sabemos que el comercio puede ser una respuesta al desarrollo, que puede reemplazar el círculo vicioso del estancamiento económico, pobreza y la falta de salud con crecimiento, aumento de salarios y sociedades más sanas», dijo.
Para ayudar a las economías pobres y desbloquear el marco de Doha, que permanece estancado en gran medida por las posturas enfrentadas de países desarrollados y subdesarrollados por el mantenimiento de medidas proteccionistas, será necesario un debate «honesto», advirtió.
«Que recordemos Nairobi como el lugar donde empezamos un nuevo capítulo de la OMC que refleje las realidades económicas del mundo actual», apostilló.
Solo así, el comercio global podrá impulsar el desarrollo y la prosperidad «en este siglo como lo hizo en el anterior», concluyó.