Bruselas, 7 abr (EFE).- En el despacho del eurodiputado británico Richard Ashworth las cajas han tomando el espacio, aunque el retrato de la reina Isabel II sigue presidiendo el cuarto. El veterano político no quiere descolgarlo hasta el último momento, como si ese gesto marcase realmente el fin de Reino Unido en la Unión Europea.

El político conservador, que lleva quince años como miembro del Parlamento Europeo, dijo a Efe que está "triste" por el "brexit" pero, sobre todo, "muy triste" por la forma "humillante" en que Westminster y Downing Street están gestionando la salida.

Con todo, la preocupación de muchos eurodiputados británicos estos días es mucho más prosaica que la pertenencia o no de su país al proyecto comunitario: "¿qué haré en los próximos años con mi vida?, ¿seré eurodiputado otra vez? o ¿debo cancelar mi contrato de alquiler en Bruselas?", explican.

Días antes del 29 de marzo -la primera fecha prevista del "brexit"- a los setenta y tres eurodiputados británicos se les distribuyeron quince cajas de cartón para ayudarles a vaciar su despacho.

Por suerte, las mudanzas, como el propio "brexit", se dejan hasta el último momento, y a ninguno le ha pillado la prórroga con todo empaquetado.

A estas alturas, la mayoría de eurodiputados del Reino Unido reconoce no verse capaz ya de aventurar nada ni sobre el futuro del "brexit" ni del suyo propio, así que en la mayoría de despachos británicos la mudanza está a medio hacer.

Además, la mayor parte de las oficinas han perdido en las últimas semanas al menos a uno de sus miembros de personal, pues los asesores parlamentarios -como los propios eurodiputados británicos- han ido buscando otros empleos ante la probabilidad, quien sabe ya si alta o baja, de no poder volver a Bruselas.

El líder laborista en la Eurocámara, Richard Corbett, reconoció en una entrevista a Efe no tener "ni idea" de lo que va a ocurrir. "Honestamente, cada día hay que cambiar de pronóstico. Quizá cuando acabe de hablar con usted el panorama también será diferente", ironizó.

"Estamos viviendo en una gran incertidumbre. Mire todas estas cajas a medio hacer, están aquí desde hace semanas porque en teoría el 'brexit' tenía ser la semana pasada", explicó el laborista, en cuyo despacho cuelga una camiseta enmarcada del Liverpool con su nombre a la espalda.

En total, en varias etapas, el líder de los laboristas europeos lleva veinte años en los hemiciclos de Bruselas y Estrasburgo, lo que en el plano personal le ha influido, entre otros aspectos, para "aprender a llevar una dieta más variada que cuando era un niño".

Asegura que muchos británicos, por ejemplo, han aprendido gracias a la UE que "además de beber cerveza, también existe el vino".

Costumbres aparte, explica que lo mejor de su etapa al otro lado del canal de la Mancha ha sido "aprender que (los europeos) tenemos mucho en común".

"En la Eurocámara hay que buscar siempre consensos y no son basados en nacionalidades, sino en filosofías e ideologías políticas", añade.

Tanto Ashworth como Corbett afirman que si finalmente no hay "brexit" o se da una prórroga larga volverán a presentarse a las europeas.

Preguntado sobre qué piensa hacer si no puede seguir en el Parlamento Europeo, Corbett da una respuesta lacónica para demostrar que no tiene un plan B: "Estoy ya ahorrando para comprarme un caballo y cabalgar hacia el atardecer", dice.

Por su parte, Ashworth aseguró que "nunca hubiera podido imaginar" cuando empezó su último mandato en Europa, en 2014, que podría formar parte de la última hornada de representantes del Reino Unido en la Eurocámara.

"Yo por supuesto que me siento Europeo. Y ante todo soy de Inglaterra. ¿Qué conflicto hay?", reivindicó.

Lara Malvesí