Viena, 31 ago (EFE).- La decisión de Austria de aumentar los controles en las zonas fronterizas con Hungría, tras la muerte de 71 refugiados en el interior de un camión, ha generado colas kilométricas en la principal autopista entre Budapest y Viena.

Las autoridades húngaras informaron de un atasco en el paso fronterizo de Hegyeshalom que ha llegado a alcanzar hasta 25 kilómetros.

Aunque ahora se han reducido las colas siguen siendo muchos los kilómetros de atasco, según los medios húngaros, que además señalan que el tráfico es más lento de lo habitual en otras carreteras hacia Austria.

Tanto Austria como Hungría forman parte del espacio Schengen que permite la libre circulación en 26 estados europeos.

Austria reafirmó su compromiso con Schengen y la ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner, aseguró hoy que se reforzarían sólo los controles de aquellos vehículos susceptibles de llevar de forma ilegal a refugiados.

Estas medidas se han adoptado después de que la pasada semana se hallaran los cadáveres de 71 personas en un camión frigorífico abandonado en una autopista en el este del país.

El pasado sábado la policía interceptó una furgoneta, conducida por un ciudadano rumano y con matrícula española, en la que viajaban 26 personas, incluidos tres menores que fueron hospitalizados en estado grave por deshidratación.