Manila, 1 may (EFE).- Tres buques de guerra chinos realizan hoy una visita a Filipinas en un momento en que ambos países buscan estrechar los lazos en materias de defensa y economía a pesar de la disputa territorial en las islas Spratly.

El destructor de misiles guiados Chang Chun (DDG150), la fragata de misiles guiados Jin Zhou (FFG532) y el buque de reabastecimiento Chao Hu (890) llegaron el domingo a la ciudad de Davao, en el sur del país, donde permanecerán hasta mañana.

La flotilla china participará en varias actividades organizadas para "fomentar la camaradería y el entendimiento entre las dos marinas mediante la diplomacia naval", indicó el portavoz de la Fuerza Naval de Filipinas en Mindanao Oriental, Jetmark Marcos, en un comunicado.

La visita "tiene como objetivo expandir la comunicación, promover la cooperación y mejorar la amistad entre la Fuerza Naval de Filipinas y la Marina del Ejército de Liberación del Pueblo", concretó el portavoz en el comunicado.

Entre las actividades programadas, hoy se celebró un partido de baloncesto entre los visitantes y los locales que acabó con victoria filipina.

La primera visita de buques de guerra chinos a Filipinas desde 2010 llega tras la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebrada el sábado pasado, en la que los líderes de los diez países de la región abordaron las disputas territoriales con Pekín en el mar de China Meridional.

Los representantes de la ASEAN se reafirmaron en el uso de un código de conducta para solucionar las disputas y no se mostraron especialmente beligerantes con China en la declaración final.

La ASEAN integra a Birmania (Myanmar), Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.

Filipinas disputa a China la propiedad de una parte de las islas Spratly, situación que llevó al deterioro de los lazos bilaterales en los últimos años, en los que Pekín ha construido arrecifes artificiales en la zona en disputa.

El contencioso se agravó en 2012, cuando China se hizo con el control del banco de arena Scarborough, zona de faena tradicional de pescadores filipinos.

Filipinas recurrió a la Corte de Arbitraje Permanente de La Haya, que en julio de 2016 dio la razón a Manila y desestimó la reclamaciones históricas de Pekín sobre la mayor parte del mar de China Meridional.

El actual presidente filipino, Rodrigo Duterte, cambió la política hacia China tras la investidura, el 30 de junio de 2016, y relanzó el diálogo bilateral para dar prioridad a la cooperación económica con el gigante asiático.

Duterte visitó a su homólogo Xi Jinping en Pekín el pasado octubre y desde entonces los dos países han estrechado las relaciones y han suscrito varios acuerdos de cooperación.

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