Berlín, 10 oct (EFE).- La Premio Nobel de Literatura 2015, la bielorrusa Svetlana Alexiévich, se mostró convencida hoy en Berlín de que en los comicios mañana en Bielorrusia "no habrá sorpresas" y volverá a ganar Alexandr Lukashenko, al tiempo que advirtió a Europa de que en él no se puede apostar ni confiar.

La escritora reconoció su sorpresa al haber recibido la felicitación del líder de la considerada última dictadura de Europa, pero señaló que se trata "de un juego" por parte de Lukashenko, para hacer creer a Occidente que la oposición en Bielorrusia no está reprimida.

"Cuando las relaciones con Rusia están mal, se vira más hacia Europa", señaló Alexiévich en una comparecencia ante la prensa, y explicó que Moscú, al estar en guerra, ya no le da dinero a Minsk.

Rusia quiere bases militares en Bielorrusia, pero Lukashenko retrasa el tema, porque, según dice la autora, "intenta negociar para que Rusia le dé dinero".

En ese sentido, avanzó que "tan pronto como Rusia le dé dinero, volverá a distanciarse de Europa" y advirtió de que Lukashenko es un hombre en el que no se puede ni apostar ni confiar.

"Cuando flirtea con Europa, se trata de un juego", agregó Alexiévich, quien recordó que Lukashenko "es un hombre soviético, que no va a cambiar".

La flamante premio nobel calificó de "sorprendente" que la oposición en Bielorrusia, de la que dijo ha mostrado ser "muy débil", no apoye a un candidato conjunto, aunque lo atribuyó a que las personas que la integran "están peleadas entre ellas y se acusan mutuamente de ser agentes del KGB".

"Las personas que se hacen llamar oposición no se dan cuenta de la responsabilidad que tienen" y "sólo les preocupa su propia vanidad", criticó.

También aludió a la opositora bielorrusa Tatiana Korotkévich, la primera candidata a la presidencia en la historia de Bielorrusia, que calificó de "mujer muy interesante" y de la que dijo que si hubiera comenzado antes a hacer campaña, posiblemente podría haber logrado más apoyos.

En los anteriores comicios, la "figura fuerte" en la oposición fue Alexandr Milinkévich, quien "podría haber sido un contrapeso contra Lukashenko", consideró.

"Pero la oposición lo engulló" y fue acusado de ser agente del KGB y de tantas otras cosas más, explicó.

Mientras, "Lukashenko se ríe" de todo esto y a nadie le cabe duda de que mañana el presidente desde 1994 de Bielorrusia volverá a alzarse con la victoria, afirmó.