Nairobi, 14 oct (EFE).- Amnistía Internacional (AI) pidió hoy que los miembros de la guardia presidencial, unidad responsable del golpe militar en Burkina Faso, sean llevados ante la Justicia para rendir cuentas por el asesinato de civiles durante la grave crisis desatada en el país.
Mientras que el general Gilbert Diendéré, líder golpista y aliado del expresidente Blaise Compaoré, será juzgado ante un tribunal militar tras ser acusado de asesinato y alta traición, los miembros del Regimiento de Seguridad Presidencial (RSP) están siendo reintegrados en el Ejército nacional, denunció AI.
"Los miembros del RSP han disfrutado de impunidad durante mucho tiempo a pesar de haber cometido graves violaciones de los derechos humanos", alertó el director de AI para África Occidental, Alioune Tine, en un comunicado.
Según una investigación de AI, tras el golpe de estado perpetrado el pasado 16 de septiembre, un total de 14 personas, entre ellas dos niños, murieron por arma de fuego a manos de los miembros de la RSP, mientras que otras 271 resultaron heridas.
"Que los soldados dispararan contra un gran número de manifestantes desarmados, incluidos niños, con armas automáticas es un uso intolerable de la fuerza y un delito del derecho internacional", aseveró Tine.
"Se necesitan investigaciones independientes para llevar ante la Justicia a los sospechosos de responsabilidad penal, en juicios justos y sin recurrir a la pena de muerte", añadió.
Junto a Diendéré, también será juzgado el antiguo ministro de Asuntos Exteriores del régimen del derrocado Compaoré, el general Djibrill Bassolé, detenido por su supuesta vinculación con el golpe.
Durante la crisis desatada en el país, AI también documentó ataques de los golpistas a periodistas, políticos y defensores de los derechos humanos.
Por todo ello, la organización pidió al Gobierno de transición que investigue los asesinatos y las violaciones de los derechos humanos cometidos durante el golpe.
"Solo así el país podrá romper con el pasado y enviar una clara advertencia de que en el futuro no se tolerarán tales violaciones", aseguró.
El pasado 16 de septiembre, el Consejo de Ministros fue interrumpido por un grupo de militares que, tras llevarse detenidos al presidente y al primer ministro, declararon el fin del Gobierno de transición y nombraron a Diendéré nuevo líder de la transición.
Tras unos días de confusión, el Ejército decidió apoyar al régimen democrático y trasladó todas sus tropas a Uagadugú, la capital, con el objetivo de desarmar a los golpistas.
La presión del Ejército y las intensas negociaciones de países como Senegal y Benin, respaldados por Estados Unidos y Francia, consiguieron que los golpistas renunciaran a su intención de retener el poder hasta las elecciones y accedieran a restaurar el Gobierno civil.
Burkina Faso celebrará elecciones presidenciales y legislativas el próximo 29 de noviembre -previstas inicialmente para octubre pero aplazadas por el golpe- con las que pretende culminar un proceso hacia la democracia iniciado en noviembre de 2014, cuando una revuelta ciudadana derrocó a Compaoré, en el poder durante 27 años.