Moscú, 10 sep (EFE).- Los separatistas prorrusos están dispuestos a aceptar las condiciones impuestas por Ucrania para celebrar elecciones locales en los territorios bajo su control, aseguró hoy Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso.

Las repúblicas populares de "Donetsk y Lugansk están dispuestas a celebrar elecciones sobre la base de la legislación ucraniana y también a que los observadores de la OSCE puedan supervisar la votación", dijo Lavrov en rueda de prensa.

Eso sí, agregó, los prorrusos "quieren consensuar todo con las autoridades ucranianas".

Lavrov insistió en que las elecciones en territorio separatista no pueden celebrarse sin acordar previamente con los rebeldes la no participación de partidos ultranacionalistas en la campaña electoral.

A su vez, acusó a Kiev de aprobar una ley sobre elecciones locales que excluye la posibilidad de organizar comicios en las zonas bajo control prorruso.

"Al respecto, nuestros socios occidentales se han apuntado a un juego muy peligroso al anunciar que si hay elecciones locales en el Donbás (cuenca hullera del este ucraniano), eso significará abortar los acuerdos de paz de Minsk", apuntó.

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, firmó esta semana un decreto para garantizar la celebración de las elecciones locales convocadas por la Rada Suprema (Parlamento) para el próximo 25 de octubre.

"Estoy a favor de que las elecciones se celebren en todas partes, salvo en zonas que se encuentran directamente en la línea de confrontación, donde existe el riesgo de tiroteos y donde no podamos defender a la gente", subrayó.

Los dirigentes separatistas de Donetsk y Lugansk han anunciado elecciones locales para el 18 de octubre y el 1 de noviembre, respectivamente.

Estos asuntos serán abordados el próximo 2 de octubre en París por Poroshenko, los presidentes ruso, Vladímir Putin, y francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, que presidieron en febrero la firma de los acuerdos de Minsk.

Los cuatro países se han congratulado de que la tregua declarada a finales de agosto, con ocasión del inicio del curso escolar, esté siendo respetada por todos los bandos en conflicto, aunque insistieron en la necesidad de retirar el armamento de menos de 100 milímetros de calibre de la zona de separación de fuerzas.