Estambul, 11 abr (EFE).- Cinco supuestos guerrilleros del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) han muerto hoy en un tiroteo con el Ejército turco, en el que también resultaron heridos cuatro gendarmes de este último.

El enfrentamiento tuvo lugar en el municipio de Diyadin, en la provincia oriental de Agri, a pocas decenas de kilómetros de la frontera iraní, según una nota hecha pública en la web del Estado Mayor turco.

En un primer momento del tiroteo quedaron heridos cuatro agentes de la gendarmería turca, tres de ellos de forma leve, mientras que uno está siendo operado.

El Ejército turco envió helicópteros de combate y un avión de observación a la zona y el enfrentamiento se saldó con cinco supuestos guerrilleros del PKK abatidos y uno herido y detenido.

Según la primera nota del Estado Mayor, emitida esta mañana, el tiroteo se produjo al enviar el Ejército una unidad de la gendarmería para «mantener el orden público» en Diyadin, donde simpatizantes del PKK preparaban una fiesta de primavera y distribuían «propaganda electoral».

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha condenado el «ataque» de la guerrilla, que intenta, dijo, «sabotear el proceso de paz».

«Hay unos 25 terroristas combatiendo contra nuestros soldados», aseguró en un discurso recogido por la cadena CNNTürk.

Por otra parte, la agencia kurda Firat, cercana al PKK, asegura en una nota que los enfrentamientos causaron la muerte a Cezmi Budak, un político local adscrito al HDP, el partido de la izquierda kurda, y dejaron herido a otro activista civil.

Hasta el momento no está claro si Budak sería una de las cinco bajas que menciona la nota de prensa del Estado Mayor.

Ambos fueron alcanzados cuando acudieron junto a otros civiles para interponerse en el combate como «escudos humanos» y poner fin a los enfrentamientos, al tiempo que los soldados disparaban desde los helicópteros, asegura Firat.

Este es el mayor choque armado entre el PKK y el Ejército turco desde que la guerrilla kurda declaró un alto el fuego hace dos años y empezó a retirar a la mayoría de sus unidades de territorio turco para buscar negociaciones de paz con el Gobierno.

El enfrentamiento se produce cuando faltan apenas dos meses para las elecciones legislativas, fijadas para el 7 de junio, en los que concurre por primera vez el partido HDP, considerado por gran parte del electorado como vinculado al PKK, aunque se está presentando como opción unificadora de la izquierda turca.