Guatemala, 20 jun (EFE).- Unos 400 manifestantes exigieron hoy en Guatemala la dimisión del presidente del país, Otto Pérez Molina, y el cese a los actos de corrupción en su gobierno, sacudido en abril y mayo por escándalos en el ente recaudador de impuestos y el Seguro Social.

Los inconformes se reunieron por noveno sábado consecutivo frente al Palacio Nacional de la Cultura, antigua sede del gobierno, pero en esta ocasión con un número reducido de manifestantes en comparación con los plantones anteriores.

La jornada de protesta cívica estaba convocada a las 15:00 hora local (21:00 GMT) pero empezó a reunir manifestantes horas antes con la llegada de Oswaldo Ochoa, un hombre de 62 años que caminó más de 300 kilómetros desde Quetzaltenango a Guatemala en un acto simbólico para denunciar la corrupción.

Los asistentes al plantón de este sábado portaban pancartas en las que explicaban que "en estas condiciones no queremos elecciones" y "Otto Pérez #RenunciaYa", un término que se ha convertido casi en una constante en las manifestaciones contra el gobierno.

La primera manifestación multitudinaria se registró el 25 de abril con la participación de miles de ciudadanos y aunque este sábado los manifestantes eran menos, los pitidos y las consignas fueron similares.

"¡Fuera Otto Pérez! ¡Guatemala no te quiere!" cantaron al unísono algunos manifestantes.

Los movimientos sociales en contra del actual gobierno se desataron después de que el pasado 16 de abril la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el Ministerio Público (MP) desarticularon una supuesta estructura de corrupción en el ente recaudador de impuestos.

La trama era liderada presuntamente por Juan Carlos Monzón Rojas, secretario privado de la ahora exvicepresidenta Roxana Baldetti, quien renunció el 8 de mayo salpicada por el caso, acorralada por las exigencias de dimisión de los manifestantes y la cúpula empresarial.

Los indignados también portaron mantas con imágenes de Pérez Molina en una fotografía junto a la abogada particular Karen Fischer, quien solicitó con éxito un amparo legal esta semana para detener temporalmente un potencial retiro de inmunidad para que Pérez Molina pueda ser investigado por los escándalos de corrupción.