Tegucigalpa, 24 abr (EFE).- El Tribunal Supremo de Honduras instauró hoy la reelección presidencial al ratificar un fallo que inhabilita tres artículos de la Constitución que la prohibía e inmediatamente el opositor Partido Liberal calificó la decisión de "atropello a la Constitución" y solicitó su nulidad.

La Sala de lo Constitucional convino en ratificar la resolución que da vía libre a la reelección presidencial, pese a que el magistrado José Elmer Lizado anunció el jueves que retiraba su firma "del fallo acumulado" y que emitía "voto disidente".

La ley señala que "los órganos jurisdiccionales en el ejercicio de la justicia constitucional no podrán variar ni modificar sus sentencias después de firmadas", por lo que el fallo queda firme, indicaron el secretario de la Sala Constitucional del Supremo, Carlos Almendares, y el diputado oficialista Tomas Zambrano.

La Sala Constitucional respondió el miércoles a una petición del exgobernante Rafael Callejas y de 16 diputados, del Partido Nacional (gobernante) y Unificación Democrática, para dar vía libre a la reelección presidencial en cualquiera de sus formas.

La resolución fue enviada este mismo viernes al Parlamento de Honduras para que ese poder ordene "hoy mismo" su publicación en el diario La Gaceta, afirmó a los periodistas Zambrano.

Destacó que el fallo "da vía libre a la reelección de manera continua" en el país, por lo que el Parlamento hondureño, integrado por 128 diputados de siete partidos, no debatirá sobre el tema.

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo este viernes en Miami (EE.UU.) que "respeta" la decisión la resolución del poder judicial, aunque evitó hablar de la posibilidad de presentarse para un nuevo mandato.

Destacó que el fallo supone el avance del país como "una democracia" y se "debe respetar".

La reelección es algo que le tocará "decidir al pueblo", aseveró el mandatario hondureño, que se mostró satisfecho con la gira que realizó esta semana por Estados Unidos.

"Quiero dejar un estándar alto de desempeño para quien sea que venga después, el pueblo hondureño lo mida con ese parámetro", explicó.

Hernández indicó que "la reelección es algo que es la regla general en los pueblos del mundo. La prohibición es la excepción. Honduras tiene que avanzar. Somos una democracia y el pueblo tiene que decidir si quiere o no a un expresidente o a alguien que nunca lo ha sido".

El presidente del conservador Partido Liberal, Mauricio Villeda, por su parte, considera que la resolución "es un atropello a la Constitución" y dirigentes de esa institución presentaron este viernes ante el Supremo una solicitud de nulidad del fallo.

"Jamás se debió admitir los recursos (presentados por Callejas y diputados) y tampoco conocer el fondo de los mismos", subrayó el presidente del Partido Liberal, la segunda fuerza de oposición en el Parlamento.

La Constitución de Honduras, que data de 1982, hasta ahora no permitía la reelección bajo ninguna modalidad, pero el tema fue revivido en los últimos meses por los expresidentes Manuel Zelaya, derrocado en junio de 2009, y Rafael Callejas, del Partido Nacional, quienes tienen ahora abierto el camino para volver al poder.

Callejas, quien gobernó del 27 de enero de 1990 al 27 de enero de 1994, ha dicho que desea volver a ser presidente y el jueves convocó a su Movimiento Rafael Callejas (MONARCA), con el que ganó en noviembre de 1989, para buscar el regreso al poder.

Zelaya indicó este viernes en un comunicado que la decisión del Supremo fue aprobada de "forma ilegal y arbitraria", porque "anula la aplicación de los artículos pétreos (como se denominan a los considerados inamovibles) que prohíben la reelección".

Para el analista político Raúl Pineda, Hernández es "la única persona con posibilidades reales para acceder" a un nuevo periodo de cuatro años.

"Ninguno de los que ha sido presidente (en Honduras) tiene las probabilidades de acceder al poder como las tiene el actual gobernante", subrayó el analista en declaraciones a Efe.

Pineda alertó que el fallo causará una "polarización política" en Honduras y recomendó a los distintos actores políticos iniciar "un dialogo".