Guatemala, 23 jul (EFE).- El exgeneral golpista José Efraín Ríos Montt, que afronta un nuevo juicio por genocidio en Guatemala, ingresará este sábado a un sanatorio mental del país a fin de que médicos especialistas le practiquen una nueva evaluación psiquiátrica para determinar su estado de salud.
Esta fue una de las resoluciones dictada hoy por la magistrada María Eugenia Castellanos, presidenta del Tribunal B de Mayor Riesgo, que ve el proceso contra el anciano de 89 años, acusado por el genocidio de indígenas hace más de 30 años.
Un informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) difundido a inicios de este mes indicó que Ríos Montt no es competente para asistir o atender el proceso judicial, por lo que el exdictador permaneció en su casa, acompañado por un juez, uno de sus abogados y un representante del Ministerio Público (MP).
Durante más de diez horas, aunque con múltiples recesos debido a que la conexión para la videoconferencia con Ríos Montt tuvo fallos, el tribunal y los abogados de la defensa y de la acusación intercambiaron argumentos en función de los intereses de sus patrocinados.
La acusación buscaba rapidez, mientras que la defensa tenía como objetivo ralentizar el proceso a través de cualquier tipo de recurso de reposición que permitiera atrasar el dictamen final.
Sin embargo, la reanudación de este juicio, a cargo de la magistrada María Eugenia Castellanos, presidenta del Tribunal, dio un vuelco de 180 grados y ordenó el ingreso de Ríos Montt en un sanatorio mental para proceder a una nueva evaluación de su salud.
Así, Castellanos resolvió pedir para el próximo sábado a las 09.00 hora local (15.00 GMT) el ingreso de Ríos Montt al Hospital Nacional de Salud Mental Francisco Mora, tal y como lo había solicitado la Fiscalía a lo largo de la sesión, una petición que también fue apoyada por los querellantes adhesionados.
La fiscal Hilda Pineda fue la encargada de solicitar esta evaluación, argumentando que el informe que decreta la incapacidad de Ríos Montt no fue realizado acorde con el protocolo establecido y pidió que el nuevo no sea exclusivamente psiquiátrico, sino también físico y psicológico.
A pesar de los recursos presentados hoy por la defensa, el tribunal no desistió en su decisión y solo accedió a autorizar que la familia traslade a Ríos Montt en una ambulancia especial, cuyo coste ellos mismos deben sufragar.
Antes de ingresar en ese sanatorio mental, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif) debe realizar otro examen psiquiátrico al exgeneral, un dictamen solicitado por la defensa y que se llevará a cabo en la casa del acusado.
En dicho examen, explicó Castellanos, los expertos deben establecer, a través de una muestra de orina, si Ríos Montt está tomando sustancias que no corresponden con su patología.
La Fiscalía entiende que Ríos Montt toma medicación específica sin estar recetada por los médicos adecuados y que, en la última evaluación, no se establece esa procedencia.
Ríos Montt está acusado de la masacre de 1.770 indígenas ixiles y mayas a manos del Ejército de Guatemala durante su mandato (1082-1983), en medio del conflicto armado interno del país (1960-1996), que dejó entre 250.000 muertos y desaparecidos.
El exjefe de facto fue condenado en mayo de 2013 a 80 años de prisión por el mismo caso, pero el máximo tribunal del país, la Corte de Constitucionalidad (CC), anuló la sentencia al argumentar irregularidades en el proceso judicial.
Ríos Montt fue el gran ausente de esta vista, aunque no fue una sorpresa. Pero sí estaba presente el exjefe de inteligencia militar José Rodríguez, quien fue absuelto en el primer juicio y que hoy acudió a tribunales en ropa deportiva y en una silla de ruedas, ya que fue sometido a una operación de rodilla hace unos días.
Uno de los asistentes destacados fue el embajador de Estados Unidos en Guatemala, Todd Robinson, quien dijo, antes de entrar en la sala, que su participación en esta audiencia era para "seguir monitoreando" el caso y ver cómo se resolvería.
A su juicio, este proceso es "muy importante", no solo para Guatemala, sino también para su país y para todo el mundo y su asistencia a la audiencia es una manera de mostrar el apoyo que EE.UU. ofrece al Organismo Judicial.
A las afueras del edificio, un grupo de personas realizó una ceremonia maya a primera hora de la mañana con una pancarta que rezaba: "Sí hubo genocidio, sí hubo violencia" y en el interior del edificio, un centenar de personas, dividas en dos salas, no perdió detalle de lo ocurrido.
La reanudación de la sesión, tras los dos exámenes médicos, está programada para el martes 4 de agosto a las 08.30 hora local (14.30 GMT).