San José, 20 abr (EFE).- Pescadores artesanales del Pacífico de Costa Rica protestaron hoy frente al Congreso, en la capital del país, para expresar su oposición a un proyecto de ley que busca la reactivación de la pesca industrial y semiindustrial de arrastre en el país.

Los manifestantes solicitaron a los diputados archivar el proyecto número 19.838 "Ley para el aprovechamiento sostenible del camarón, generación de empleo y combate a la pobreza", que pretende reactivar la pesca de arrastre pero con medidas para evitar su impacto en el ecosistema, como el uso de ciertas tecnologías y restricciones en las zonas en que se pesca.

"La pesca de arrastre no solamente se lleva el camarón que es parte de la comida, sino también la fauna de acompañamiento y lo que no se dice es que esa fauna es la comida de los pescados, y si no hay comida para los pescados, no hay pescado y eso golpea a los pescadores artesanales", expresó a Efe el presidente de la Cámara de Pescadores de Guanacaste, Martín Contreras.

Cerca de 300 pescadores de Puntarenas (Pacífico central), Guanacaste (Pacífico norte) y del Pacífico sur, que cuentan con el apoyo del sector ambiental, expresaron que la pesca de arrastre no puede ser sostenible y afecta su trabajo.

"Nosotros nos sentimos muy perjudicados al punto de que los padres no pueden pagar el seguro social para sus hijos porque no hay pesca, es difícil mandar a nuestros hijos con algo al colegio o a la escuela. Estamos afligidos porque vamos a pescar durante una semana y probablemente regresamos sin nada. Por eso hemos decidido venir aquí de forma pacífica para exigir que el proyecto de ley sea archivado", explicó Contreras.

De la pesca artesanal dependen cerca 15.000 familias, mientras que la práctica de arrastre que es utilizada por el sector industrial y semindustrial, genera 590 empleos directos, según datos de la organización ambientalista Fundación MarViva.

Datos de MarViva, organización que apoya a los pescadores artesanales, indican que las redes de arrastre capturan un 20 % del camarón, mientras que el restante 80 % es fauna de acompañamiento, que son otras especies como tiburones, rayas, pargos y peces bebés, por lo cual afecta el ecosistema marino.

"La pesca de arrastre equivale a hacer una tala total de un bosque. Cuando la red pasa, se llena de todo lo que encuentra en el fondo marino. Este proyecto de ley no cuenta con estudios científicos ni técnicos que validen que la pesca de arrastre se puede hacer de manera sostenible", afirmó a Efe la gerente de Incidencia Política, de MarViva, Haydée Rodríguez.

Entre las opciones que impulsa Marviva, se encuentra un plan de transición para los pescadores de camarón, que incluye la capacitación en otras áreas productivas que permita una mayor calidad de vida a largo plazo.

Un estudio de 2014 del Fisheries Centre de la Universidad de British Columbia indica que en Costa Rica se capturan anualmente unas 30.000 toneladas de peces accidentalmente, el doble de lo que el país reporta a la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La estimación es que en el país centroamericano, por cada kilogramo de camarón pescado, se sacrificaron 7,5 kilos de fauna de acompañamiento.