San José, 10 abr (EFE).- El premio Nobel de la Paz y expresidente de Costa Rica, Óscar Arias, ha puesto en juego todo su prestigio e influencia como principal figura del histórico Partido Liberación Nacional (PLN) para impulsar a Antonio Álvarez hacia la candidatura presidencial de 2018 y lograr el resurgimiento de la formación, en declive en los últimos comicios.

Álvarez Desanti, presidente del Congreso y a quien Arias le dio su apoyo en las primarias del PLN el pasado 2 de abril, superó al expresidente José María Figueres, hijo del caudillo y fundador del partido José Figueres Ferrer, su principal contrincante por la candidatura.

El candidato tendrá la misión de unir las tendencias tras una dura campaña interna y de recuperar el prestigio del PLN de cara a las elecciones en momentos en que más de la mitad del electorado se declara sin una afiliación política, según diversas encuestas.

En las elecciones de febrero de 2014 el PLN se llevó el golpe más duro de su historia cuando el candidato Johnny Araya se retiró de la contienda en la segunda ronda ante la inevitable y contundente victoria de Luis Guillermo Solís y el Partido Acción Ciudadana (centro izquierda), que por primera vez llegó al poder.

Arias, presidente en los periodos 1986-1990 y 2006-2010, volvió a la arena política para los comicios del 2006 gracias a que la Sala Constitucional, en una decisión histórica, avaló la reelección presidencial para periodos no consecutivos, con lo que se trajo abajo la prohibición a cualquier tipo de reelección.

Desde entonces, Arias ha movido los hilos del partido con poca oposición. Tras ganar las elecciones en 2006, ejerció la Presidencia entre ese año y 2010, y luego una de sus apadrinadas políticas y quien fuera su vicepresidenta, Laura Chinchilla, triunfó en los comicios de 2010.

Sin embargo, una serie de diferencias ideológicas, entre ellas la negativa de Chinchilla a abrir por completo a la competencia privada el sector eléctrico, hizo que Arias y sus políticos afines se "divorciaran" de la entonces mandataria durante su gestión.

Chinchilla, cuyo Gobierno fue bastante impopular, perdió gran parte del apoyo de su parte incluso en el Congreso, a lo que se sumaron constantes críticas del nobel de la Paz por no dar continuidad al camino trazado por él.

Para las elecciones de 2014, Johnny Araya, el alcalde de San José, fue el candidato del PLN, pero no contaba con el apoyo del nobel de la Paz ni de su influyente hermano Rodrigo Arias.

Tras cuatro años de Gobierno de Chinchilla y los cuatro del opositor Solís, a quien Arias también ha criticado constantemente, el nobel de la Paz regresó con fuerza a la arena política de su querido PLN.

Primero, Arias meditó durante varios meses si se presentaba como aspirante presidencial en las primarias, pero finalmente desistió no sin antes pedirle a José María Figueres que se retirara de la contienda y diera espacio a figuras jóvenes de la política.

Ante la negativa de Figueres de apartarse, el nobel de la Paz dio su adhesión a Álvarez Desanti, en cuya campaña estuvo rodeado por figuras políticas de la tendencia arista.

Con Álvarez "iniciamos el camino hacia la recuperación del progreso y la esperanza", dijo Arias, de 76 años, en una cadena televisiva previa a las primaras.

El día de la victoria en las primarias, Álvarez visitó en su casa a Óscar y Rodrigo Arias para agradecerles el apoyo.

Al día siguiente, Óscar Arias ya esgrimía recomendaciones para un eventual Gobierno de su apadrinado: apertura del mercado eléctrico, una reforma tributaria, mayor inversión estatal, más competitividad, elevar la calidad de los educadores y ordenar los salarios del sector público.

Las elecciones presidenciales en Costa Rica están programadas para el 4 de febrero de 2018, y hasta el momento el PLN es el único de los partidos grandes del país que ha efectuado sus primarias.

El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) que por años fue el principal rival del PLN, efectuará sus primarias el próximo 4 de junio, mientras las del gobernante PAC se realizarán el 9 de julio.